Excelentísmo Dr. Zweli Mkhize, Ministro de Salud de Sudáfrica, 

Excelentísimo Sr. Dag-Inge Ulstein, Ministro de Desarrollo Internacional de Noruega, 

Sr. Pierre Delsaux, del Departamento de la Comisión Europea de Salud y Seguridad Alimentaria, 

Excelencias, Directores del Acelerador ACT, estimados colegas y amigos, 

Gracias por su alianza continua y por acompañarnos hoy. 

Quisiera empezar dando la bienvenida a los Estados Unidos de América al Acelerador ACT. Nos complace contar con su apoyo y participación, y aguardamos con interés su colaboración para velar por que todos los países gocen de acceso equitativo a vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos contra la COVID-19. 

Estamos en una encrucijada decisiva en nuestra lucha contra la pandemia. 

Gracias a un esfuerzo mundial ingente, disponemos de una serie de vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos que pueden ayudarnos a controlar este virus. 

Pero nos enfrentamos a retos importantes. 

La colaboración internacional está crecientemente fragmentada y las inequidades van en aumento. 

Más del 90% de los países que han iniciado la vacunación son ricos. El setenta y cinco por ciento de los 130 millones de dosis distribuidas han ido a parar a tan solo diez países. 

Mientras tanto, casi 130 países, con 2500 millones de habitantes, todavía no han administrado ni una sola dosis. 

Muchos de estos países también se enfrentan a dificultades en la obtención de recursos para pruebas, equipo de protección personal, oxígeno y medicamentos. 

El Acelerador ACT y el Mecanismo COVAX se crearon para fomentar la equidad. Ahora bien, cada día que pasa, ese objetivo está en riesgo. 

Los países están listos; COVAX está listo; pero los suministros adecuados de vacunas no han llegado suficientemente pronto. 

Cuanto más tiempo circule el virus de la COVID-19, más puede mutar, lo que podría hacer que las pruebas, tratamientos y vacunas disponibles actualmente sean menos eficaces. 

Ya hemos constatado el surgimiento de algunas variantes que parecen ser considerablemente más transmisibles. 

Y si la pandemia se eterniza, también lo harán sus efectos económicos. 

Mientras no acabemos con la pandemia en todas partes, no acabaremos con ella en ninguna parte. No es un lema vacío, es la cruda realidad. 

La OMS y sus asociados del Acelerador ACT han sentado las bases. Hemos creado un mecanismo para compartir dosis, establecido procesos rápidos para la incorporación de productos a la lista de uso en emergencias, instaurado mecanismos de indemnización sin culpa y completado las evaluaciones de disposición operativa en casi todos los países del acuerdo anticipado de mercado. 

Con todo, veo tres amenazas importantes para el éxito del Acelerador ACT y de COVAX que requieren atención urgente. 

En primer lugar, debemos garantizar la plena financiación del Acelerador ACT y de COVAX. 

Agradecemos las generosas contribuciones recibidas hasta la fecha, pero todavía tenemos mucho camino por recorrer. 

El déficit de financiación del Acelerador ACT asciende a más de 27 000 millones de dólares de los EE. UU. para 2021.  

Cuanto más tiempo pase sin colmarse el déficit, más difícil resulta entender las razones, ya que es una diminuta fracción de los billones de dólares que se han movilizado para las medidas de estímulo en los países del G20. 

Hacemos un llamamiento a los países de la OCDE y del Comité de Asistencia para el Desarrollo para que comprometan una proporción de los estímulos financieros a sufragar el déficit de financiación, y para que adopten medidas destinadas a liberar capital en los bancos multilaterales de desarrollo. 

En segundo lugar, hacemos un llamamiento a todos los países para que respeten los contratos de COVAX y no compitan con ellos. 

Algunos países siguen firmando acuerdos bilaterales, mientras que otros países no tienen nada. 

Hemos lanzado un reto para garantizar que la vacunación del personal de salud esté en marcha en todos los países en los primeros 100 días del año. 

Nos quedan 60 días. Hacemos un llamamiento a los países para que apoyen el despliegue mundial de las vacunas compartiendo dosis y donando vacunas, en lugar de vacunar a grupos de bajo riesgo. 

Ya hemos presentado el argumento ético. También el argumento económico. 

Los nuevos datos, que apuntan a que las variantes podrían reducir la eficacia de las vacunas, nos demuestran que a menos que eliminemos el virus en todas partes, podríamos encontrarnos de vuelta en la casilla de salida. 

Y en tercer lugar, necesitamos la intensificación urgente de la fabricación con el fin de incrementar el número de vacunas. 

Ello conlleva alianzas innovadoras, como la transferencia de tecnología, la autorización de comercialización y otros mecanismos para solventar los cuellos de botella de la producción. 

La labor que realizan ustedes en el Consejo de Facilitación es vital. Los buenos resultados de este esfuerzo dependen en última instancia de decisiones políticas. 

Quisiera manifestar mi más profundo agradecimiento por la labor incansable de nuestros dos copresidentes. 

Ministro Ulstein, tiene usted la palabra. 

Gracias.