Presidente Biden, Vicepresidenta Harris, 

excelencias, Jefes de Estado, Jefes de Gobierno, queridos colegas y amigos: 

En primer lugar, quisiera dar las gracias a los Estados Unidos, Belice, Alemania, Indonesia y el Senegal por reunirnos. 

La última vez que nos reunimos, en septiembre del año pasado, no podíamos ni imaginar que la ola de la variante ómicron estaba a la vuelta de la esquina. 

Por eso, aunque los casos y las muertes notificados están disminuyendo en todo el mundo, es un error pensar que esta pandemia ha terminado. 

La pandemia no acabará en ningún sitio mientras no acabe en todas partes. 

De hecho, los casos están aumentando en más de 70 países.

Al mismo tiempo, las tasas de pruebas a nivel mundial están cayendo en picado, lo que no nos permite ver la evolución del virus. 

Y casi mil millones de personas en los países con menores ingresos siguen sin estar vacunadas. 

Debemos seguir apoyando a todos los países para que alcancen el 70% lo antes posible, centrándonos en los que más riesgo corren. 

El suministro de vacunas ha mejorado, pero la utilización no ha seguido el mismo ritmo debido a la falta de compromiso político, capacidad operativa y financiación, así como a las reticencias frente a las vacunas provocadas por la información errónea y la desinformación. 

Nuestro mayor reto ahora es apoyar la distribución de las vacunas dentro de los países. En el caso de las pruebas y los nuevos tratamientos, los problemas radican en el suministro, ya que los fondos y el acceso son insuficientes.  

El Acelerador ACT es la mejor manera de hacer llegar las herramientas contra la COVID-19 que salvan vidas a los países que las necesitan. 

Sin embargo, tiene un déficit de US$ 15 000 millones. 

El propio Plan Estratégico de Preparación, Disposición Operativa y Respuesta de la OMS, que es nuestra hoja de ruta integral para acabar con la pandemia, también se enfrenta a un déficit de US$ 1000 millones. 

Agradezco al Presidente Biden su anuncio de que los Estados Unidos concederán al C-TAP licencias para varias tecnologías innovadoras. 

Y acojo con satisfacción el anuncio de ayer de la creación de la nueva Iniciativa Mundial para los Trabajadores de la Salud, dotada de mil millones de dólares.  

En la Asamblea Mundial de la Salud de este mes, la OMS presentará un plan para reforzar la arquitectura mundial de preparación, respuesta y resiliencia ante las emergencias sanitarias. 

Esto incluye la creación de un Fondo de Intermediación Financiera para apoyar el acceso equitativo a las herramientas que salvan vidas frente a futuras epidemias y pandemias. 

Les dejo con cuatro peticiones: 

En primer lugar, pedimos compromisos políticos para impulsar la vacunación, las pruebas y los tratamientos en los países. 

En segundo lugar, pedimos que se invierta en la producción local. 

En tercer lugar, pedimos compromisos financieros para financiar plenamente el Acelerador ACT y el Plan Estratégico de Preparación, Disposición Operativa y Respuesta de la OMS. 

Y, en cuarto lugar, pedimos un compromiso político para apoyar el Fondo de Intermediación Financiera y una nueva arquitectura para la seguridad sanitaria mundial. 

Gracias.