Nuestro Presidente, Dr. Okwo-Bele,
Nuestra Vicepresidenta, Dra. Low,
Estimados miembros y asesores del Comité de Emergencias, queridos colegas y amigos:
Gracias a nuestro Presidente y Vicepresidenta por acompañarnos en Ginebra, y a todos ustedes por acompañarnos desde todo el mundo.
Cuando se reunieron ustedes por primera vez en junio, se habían notificado a la OMS poco más de 3000 casos de viruela símica.
Para su segunda reunión, había 16 000 casos.
Hasta la fecha se han notificado más de 70 000 casos de viruela símica, con 26 víctimas mortales.
Con todo, ahora empezamos a observar un descenso prometedor a nivel mundial.
El número de casos notificados ha disminuido durante ocho semanas consecutivas, lo que es muy alentador.
Sin embargo, los progresos en las Américas son más inciertos, y de hecho esta Región registró casi el 90% de los casos notificados la semana pasada.
Varios países todavía están entrando en la fase álgida del brote, y es probable que en otros países no se notifiquen todos los casos.
También constatamos varias otras situaciones preocupantes.
En Ghana, hay un aumento súbito de casos, con cuatro muertes.
Y en el Sudán, asistimos a un brote separado de viruela símica por el clado 1.
Aunque contamos con los conocimientos, vacunas y tratamientos para prevenir y controlar los brotes de viruela símica, estos son recursos que no están disponibles en todas partes. Es crucial ampliar y descentralizar la capacidad de diagnóstico.
Detener la transmisión de la viruela símica de persona a persona a nivel mundial requiere un enfoque integral, con medidas de salud pública centradas en las comunidades que más riesgo corren.
Es esencial comprometerse con las comunidades afectadas, y darles voz en la respuesta.
Debemos ir más allá para ayudar a los países a integrar los servicios de prevención y tratamiento de la viruela símica con otros servicios de salud sexual y de prevención y atención del VIH.
Se puede iniciar la vacunación incluso mientras sumando conocimientos sobre la eficacia de las vacunas en este brote.
Y, por supuesto, es necesario invertir en la disposición operativa frente a las epidemias y en el enfoque de «Una sola salud» para seguir aprendiendo sobre esta enfermedad emergente y reducir el riesgo de surgimiento continuo en todos los países.
Estoy agradecido a cada uno de ustedes por compartir su tiempo y conocimientos técnicos, y espero con interés sus recomendaciones.
Gracias.