Excelentísimo señor Ministro,
excelencias, queridos colegas y amigos:
Selamat pagi. Buenos días. Es un honor para mí estar aquí con ustedes.
Me gustaría expresar mi agradecimiento a mi amigo el Ministro Budi Gunadi Sadikin y a Indonesia por su liderazgo y su hospitalidad.
No cabe duda de que la situación del mundo es hoy muy distinta de lo que era cuando nos reunimos por última vez en Roma el año pasado.
El número de casos de COVID-19 notificados y de muertes debidas a esta enfermedad se ha reducido en un 90% desde el máximo alcanzado en enero.
En muchos países del G20, se han levantado todas las restricciones y la vida se parece mucho a lo que era antes de la pandemia.
Por supuesto, esto es un avance, pero se puede tener la sensación de que la pandemia se ha terminado, y eso sería equivocarse.
La transmisión se intensifica en muchos países, incluidos algunos del G20, al tiempo que las pruebas y la secuenciación han disminuido notablemente en todo el mundo.
Además, el 40% de la población mundial sigue sin estar vacunada.
El riesgo de que surja una variante nueva y más peligrosa continúa siendo muy real.
La OMS sigue muy preocupada por el hecho de que la falta de pruebas y secuenciación no nos permite entender correctamente la evolución del virus.
Nos preocupa igualmente que no se extraiga ninguna enseñanza de esta pandemia y que se repita el ciclo de pánico y desatención.
Hay muchas otras crisis que acaparan la atención de los gobiernos y los medios de comunicación del mundo.
Durante la Asamblea Mundial de la Salud del mes pasado, la OMS presentó una propuesta para una nueva arquitectura mundial de preparación y respuesta frente a emergencias sanitarias.
En ella se incluyen diez recomendaciones básicas para reforzar la gobernanza, los sistemas y los instrumentos, la financiación y lograr una OMS más sólida, situada en el centro de la arquitectura de seguridad sanitaria mundial.
Una de esas recomendaciones es la creación de un Fondo de Intermediarios Financieros, con sede en el Banco Mundial.
La OMS y el Banco Mundial estiman que se necesitan 31 000 millones de USD anuales para fortalecer la seguridad sanitaria mundial. Los recursos existentes deberían permitir cubrir dos tercios de esa cantidad, pero aún quedaría un déficit de 10 000 millones de dólares anuales.
Un Fondo de Intermediarios Financieros flexible y ágil ayudaría a colmar ese déficit.
La OMS trabaja en estrecha colaboración con el Banco Mundial para definir cómo será ese Fondo y hemos escuchado atentamente las observaciones del G20 durante ese proceso.
Nuestra propuesta es que el Fondo sea supervisado por una junta que tome las decisiones en materia de asignación de fondos, con el apoyo de un grupo consultivo técnico.
La junta y el grupo consultivo técnico contarán con el apoyo de una secretaría conjunta del Banco Mundial y la OMS, con base en la sede del Banco en Washington, con personal temporal cedido por la OMS.
El Banco se ocupará de la dirección financiera y administrativa de la Secretaría; actuará como administrador fiduciario del Fondo, manteniendo y transfiriendo los fondos de los donantes y prestando servicios administrativos.
La OMS se encargará de la dirección técnica, coordinará las contribuciones del grupo consultivo técnico y preparará la documentación técnica, las recomendaciones y los informes pertinentes dirigidos a la junta.
El Banco y la OMS actuarán como entidades de ejecución, junto con otros asociados para la salud mundial que disponen de los conocimientos especializados pertinentes, entre ellos el Fondo Mundial, Gavi, FIND, la CEPI, etc.
Tanto la OMS como el Banco Mundial serán miembros sin derecho a voto de la junta directiva del Fondo.
Es esencial que la gobernanza del Fondo sea inclusiva, con una estructura que permita la representación de todos los países.
También ha de ser coherente con otros aspectos de la arquitectura mundial de la preparación y la respuesta frente a las emergencias sanitarias.
Eso hace referencia a otra de las diez recomendaciones de la OMS, a saber, la puesta en marcha de una nueva plataforma que permita la adopción oportuna de contramedidas durante las futuras pandemias y el acceso equitativo a todos ellas.
Esta plataforma debe aprovechar la experiencia del Acelerador ACT, el Marco de Preparación para una Gripe Pandémica y otros mecanismos.
Es un eje importante de la labor que el G20 lleva a cabo en el ámbito de la salud bajo el liderazgo del Ministro Gunadi Sadikin.
Terima kasih.
Le doy las gracias, Sr. Ministro, así como a todos los países del G20, por su participación en este proceso.
Esperamos sus observaciones y su participación activa en la financiación de un Fondo que sea inclusivo, equitativo y eficaz y que contribuya a hacer que nuestro mundo sea más seguro frente a las pandemias.
También me gustaría agradecerles la atención que le dedican a la tuberculosis, a la resistencia a los antimicrobianos, a la producción local y a la necesaria aplicación del enfoque «Una sola salud».
Debido a las perturbaciones que han afectado a los sistemas de salud durante la pandemia de COVID-19, las muertes por tuberculosis aumentaron el año pasado por primera vez en una década.
Para invertir esa tendencia, se necesitan mayores inversiones a nivel nacional, con apoyo internacional, a fin de ampliar el acceso a los servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento.
También necesitamos invertir en la investigación.
Necesitamos vacunas eficaces, pruebas diagnósticas rápidas y asequibles en el punto de atención y tratamientos más eficaces, menos costosos y no tóxicos, en particular para la tuberculosis farmacorresistente.
A finales de este año, la OMS celebrará una cumbre de alto nivel para acelerar el desarrollo de nuevas vacunas contra la tuberculosis.
También consideramos digna de elogio la atención que le prestan a la resistencia a los antimicrobianos, y será un placer tratar este tema con ustedes en el acto programado para agosto.
La lucha contra la tuberculosis y la resistencia a los antimicrobianos son ejemplos perfectos de la necesidad del enfoque «Una sola salud».
Desde hace años, la OMS colabora estrechamente con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Organización Mundial de Sanidad Animal en el marco de colaboración tripartito «Una sola salud».
A principios de este año, pasamos a ser oficialmente una alianza cuatripartita, con la grata incorporación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Nos alegra la idea de trabajar con nuestros asociados para ayudar a los países a aplicar nuestro plan de acción conjunto «Una sola salud».
El enfoque «Una sola salud» es uno de los principios rectores del nuevo acuerdo internacional para la prevención, la preparación y la respuesta frente a las pandemias, que los Estados Miembros de la OMS están negociando actualmente.
Gracias una vez más por su compromiso en favor de la protección y la promoción de la salud de su pueblo y de los demás pueblos del mundo.
Terima kasih. Gracias.