Grazie Mille, Primer Ministro,
excelencias, colegas y amigos:
Incluso antes de la COVID-19, el mundo estaba lejos de alcanzar las metas de los ODS relacionadas con la salud. Ahora estamos aún más atrasados.
Las interrupciones de los servicios de salud esenciales han puesto en peligro muchos de los avances que hemos conseguido en materia de vacunación infantil sistemática, paludismo, tuberculosis, VIH, enfermedades no transmisibles, salud mental y salud sexual y reproductiva, entre otras cuestiones.
La pandemia no ha hecho más que subrayar la importancia de la salud y la razón por la que debemos perseguir los ODS con mayor determinación, innovación y colaboración.
Instamos a todas las naciones a apoyar las tres prioridades estratégicas de la OMS.
En primer lugar, hay que abordar las razones subyacentes por las que las personas enferman y mueren: la pobreza; las desigualdades raciales y de género; la contaminación atmosférica y el cambio climático, y otros determinantes sociales, económicos y ambientales de la salud.
En segundo lugar, hay que reforzar la seguridad sanitaria nacional y mundial, incluso mediante un tratado o acuerdo sobre la preparación y respuesta frente a las pandemias.
Y, en tercer lugar, es necesario reforzar la atención primaria de salud en todos los países como base de la cobertura sanitaria universal y primera línea de defensa contra brotes y enfermedades de todo tipo.
La OMS mantiene su compromiso de apoyar a todos los países, de todos los niveles de ingresos, para que hagan efectivo el derecho a la salud, o la salud para todos. Y nos comprometemos a trabajar con nuestros organismos asociados a través del Plan de Acción Mundial sobre el ODS3.
Excelencias, las vacunas ayudarán a acabar con la pandemia, pero la vacuna definitiva contra las pandemias y todas las amenazas de salud es el liderazgo. El mundo necesita su liderazgo, ahora más que nunca.
Primer Ministro Draghi, muchas gracias por acoger esta importantísima reunión, por los hitos alcanzados y por su liderazgo.
Gracias.