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Disease outbreak news - México

24 de abril de 2020

Resumen de la situatión

En México se está produciendo un brote epidémico de sarampión. Entre el 1 de enero y el 2 de abril de 2020 se notificaron 1364 casos probables1de sarampión, de los cuales 124 se confirmaron por laboratorio, 991 dieron negativo para la enfermedad y 328 siguen siendo objeto de estudio.

Descripción de la situación

En México se está produciendo un brote epidémico de sarampión. Entre el 1 de enero y el 2 de abril de 2020 se notificaron 1364 casos probables1de sarampión, de los cuales 124 se confirmaron por laboratorio, 991 dieron negativo para la enfermedad y 328 siguen siendo objeto de estudio. Se confirmó sarampión en pacientes con edades que van desde los tres meses hasta los 68 años (la mediana es de 20 años), y un 59 % del total son varones. En los exámenes llevados a cabo por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) se determinó que 17 de los casos confirmados cursaban con una infección por virus del genotipo D8 (al igual que lo informado por otros países de la Región), linaje MVs/GirSomnath IND/42.16/.

De los 124 casos confirmados, 105 se registraron en Ciudad de México, 18 en el Estado de México, y 1 en el estado de Campeche. A continuación figura un resumen de la situación epidemiológica de cada entidad:

En Ciudad de México se registraron 427 casos probables, de los cuales 105 se confirmaron por laboratorio y 83 siguen siendo objeto de estudio. Los casos confirmados se notificaron en 14 alcaldías, entre ellas, Gustavo A. Madero (53 casos), Miguel Hidalgo (14 casos), Iztapalapa (9 casos), Cuajimalpa de Morelos (8 casos), Álvaro Obregón (7 casos), Xochimilco (4 casos), Cuauhtémoc (2 casos), Tláhuac (2 casos), Tlalpan (2 casos), Coyoacán (1 caso), Azcapotzalco (1 caso), Milpa Alta (1 caso), y Venustiano Carranza (1 caso). Los 105 casos confirmados que se registraron en Ciudad de México son ciudadanos mexicanos y un 60 % del total son varones. La mayor proporción de casos confirmados tiene entre 20 y 29 años de edad (el 28 %), seguida del grupo de 2 a 9 años (el 17 %), 30 a 39 años (el 14 %), 1 año (el 11 %), lactantes menores de 12 meses (el 11 %), 10 a 19 años (el 10 %), y 40 años y más (el 9 %). De los casos confirmados, solo 15 (un 14 %) disponían de antecedentes de vacunación verificables2La baja tasa de vacunación podría guardar relación con oportunidades perdidas para poner en marcha campañas de vacunación, la falta de acceso a servicios de vacunación, las limitaciones de calendarización que repercutieron en la capacidad de los padres para llevar a vacunar a sus hijos, o la falta de existencias de vacunas. El último caso confirmado se registró en la alcaldía Gustavo A. Madero y se comunicó que el exantema había iniciado el 2 de abril de 2020.

En el Estado de México se registraron 162 casos probables, de los cuales 18 se confirmaron por laboratorio y 65 siguen siendo objeto de estudio. Los casos confirmados se notificaron en 8 municipios, entre ellos, Tlalnepantla de Baz (5 casos), Ecatepec de Morelos (4 casos), Nezahualcóyotl (2 casos), Tecámac (2 casos), Toluca (2 casos), Atizapán de Zaragoza (1 caso), Chimalhuacán (1 caso), y Naucalpan de Juárez (1 caso). Los 18 casos confirmados son ciudadanos mexicanos y un 56 % del total son varones. La mayor proporción de casos confirmados tiene entre 20 y 29 años de edad (el 22 %), seguida del grupo de 1 año (el 17 %), 2 a 9 años (el 17 %), 30 a 39 años (un 17 %), lactantes menores de 12 meses (el 11 %), 10 a 19 años (el 11 %) y 40 años y más (el 5 %). De los casos confirmados, solo 3 (un 33 %) disponían de antecedentes de vacunación verificables. El último caso confirmado está domiciliado en el municipio de Tlalnepantla de Baz y se comunicó que el exantema se había iniciado el 27 de marzo.

En el estado de Campeche se registraron 8 casos probables, de los cuales 1 se confirmó y 7 siguen siendo objeto de estudio. El caso confirmado es una niña de cinco años domiciliada en el municipio de Champotón, y se comunicó que el exantema se había iniciado el 21 de marzo de 2020. La paciente dispone de antecedentes de vacunación verificables y no tiene antecedentes de haber viajado fuera del estado. El sitio probable de exposición fue la ciudad de Mérida, del estado de Yucatán.

El inicio del exantema de los casos confirmados en México se produjo entre el 12 de febrero y el 2 de abril de 2020. En la figura 1 se observa la evolución del brote epidémico. Se puede apreciar un aumento exponencial de los casos confirmados en las semanas subsiguientes.

Figura 1. Casos de sarampión notificados en México, agrupados por fecha de inicio del exantema. Información comunicada del 12 de febrero al 2 de abril de 2020.

 

Fuente: información publicada por la Secretaría de Salud de México y recuperada por la OPS/OMS.

En septiembre de 2016 se declaró que la Región de las Américas de la OMS estaba libre de sarampión. Sin embargo, se retiró a Venezuela y el Brasil la certificación de «países libres de sarampión» el 1 de julio de 2018 y el 19 de febrero de 2019, respectivamente, debido a los importantes brotes epidémicos de sarampión que se produjeron entre 2018 y 2019. De los 35 Estados Miembros, 33 han mantenido la certificación de «países libres de sarampión». En 2019, 14 países de la Región de las Américas notificaron casos confirmados de sarampión, incluidos el Brasil (19 326 casos y 15 muertes), los Estados Unidos de América (1282 casos), la República Bolivariana de Venezuela (548 casos y 3 muertes), Colombia (242 casos y 1 muerte), el Canadá (113 casos), la Argentina (107 casos), México (20 casos), Chile (11 casos), Costa Rica (10 casos), el Uruguay (9 casos), las Bahamas (3 casos), el Perú (2 casos), Cuba (1 caso) y Santa Lucía (1 caso). Entre el 1 de enero y el 4 de abril de 2020, siete países han notificado casos confirmados de sarampión, entre ellos el Brasil (2194 casos y 4 muertes), México (124 casos), la Argentina (54 casos y una muerte), los Estados Unidos de América (12 casos), el Uruguay (2 casos), Chile (2 casos), y el Canadá (1 caso).

Respuesta de salud pública

Entre las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias se incluyen:

  • La intensificación de la vigilancia epidemiológica mediante la búsqueda activa y retrospectiva de casos por parte de las instituciones, y el rastreo y la vigilancia de los contactos;
  • Actividades de vacunación sobre el terreno;
  • La comunicación del riesgo mediante la notificación epidemiológica;
  • Actividades de capacitación para el personal sobre el terreno;
  • El fortalecimiento de la red de laboratorios.

Evaluación del riesgo por la OMS

El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta a personas vulnerables de todas las edades y sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en los niños pequeños de todo el mundo, a pesar de que se dispone de vacunas antisarampionosas seguras y eficaces. El virus del sarampión se transmite por vía aérea o mediante gotículas que provienen de la nariz, boca o garganta de las personas infectadas. Las manifestaciones clínicas iniciales suelen aparecer entre 10 y 12 días después de la infección e incluyen fiebre alta que habitualmente se acompaña de uno o varios de los siguientes síntomas: rinorrea, hiperemia conjuntival, tos y pequeñas manchas blancas dentro de la boca. Varios días después, aparece un exantema que se inicia en la cara y la parte superior del cuello y se disemina gradualmente en dirección caudal. Los pacientes son infecciosos en el periodo que abarca desde cuatro días antes de que se inicie el exantema hasta cuatro días después. No existe tratamiento antivírico específico contra el sarampión y la mayoría de las personas se restablecen en un plazo de 2 a 3 semanas.

Además, en los niños que presentan malnutrición y las personas con una mayor predisposición el sarampión puede provocar complicaciones graves, por ejemplo, ceguera, encefalitis, diarrea grave, otitis y neumonía. El sarampión se puede prevenir mediante vacunación. En los países que registran una baja cobertura vacunal habitualmente se producen epidemias cada dos a tres años que por lo general duran entre dos y tres meses, aunque la duración puede variar en función del tamaño de la población, el hacinamiento y el estado inmunitario de la población.

Debido a la persistencia de la transmisión del virus, las autoridades mexicanas están poniendo en práctica estrategias de vacunación y adoptando otras medidas en el plano local y estatal para controlar el brote epidémico. Existe un gran riesgo de diseminar el virus debido a la alta densidad de población de zonas como Ciudad de México, donde la cobertura vacunal amplia podría dar como resultado una propagación lenta pero constante. En el plano regional, se estima que el brote tendrá potenciales repercusiones moderadas debido a los resultados de los programas de vacunación habituales, las capacidades de los demás países de la región en materia de prevención y control, y las restricciones para viajar que existen en varios países y territorios de la Región debido a la pandemia de COVID-19.

Habida cuenta de la actual pandemia de COVID-19, cabe la posibilidad de que haya perturbaciones en las actividades de vacunación habituales debido tanto a la carga para el sistema sanitario relacionada con la COVID-19 como a una disminución de la demanda de servicios de vacunación derivada de las exigencias de distanciamiento físico o la reticencia de las personas. La interrupción de los servicios de vacunación, incluso por periodos de tiempo breves, puede dar como resultado un aumento en el número de personas susceptibles y elevar la probabilidad de que se presenten enfermedades prevenibles por vacunación que tienden a manifestarse como brotes epidémicos, tales como el sarampión.

Consejos de la OMS

Desde el 1 de septiembre de 2017, la Organización Panamericana de la Salud y Oficina Regional de la OMS para las Américas (OPS/OMS) ha divulgado información sobre los brotes epidémicos entre sus Estados Miembros y ha alertado sobre el riesgo de que se produzcan brotes epidémicos secundarios a casos de sarampión importados y sobre la posibilidad de que la enfermedad se reintroduzca en zonas con baja cobertura vacunal. Habida cuenta de los constantes informes de casos de sarampión importados de otras Regiones y los brotes epidémicos en curso en las Américas, la OPS/OMS insta a todos los Estados Miembros a que sigan las nuevas recomendaciones que figuran en las orientaciones relativas a los programas de vacunación en el contexto de la pandemia de COVID-19

Entre las recomendaciones para los países en los que hay brotes epidémicos de sarampión, destacan las siguientes:

Vacunación

  • Solicitar que el Comité Asesor de Prácticas de Inmunización participe en la toma de decisiones sobre la continuidad de los servicios de vacunación.
  • En los establecimientos sanitarios en donde se llevan a cabo actividades de vacunación es fundamental que el personal sanitario haga una anamnesis centrada en la búsqueda de signos y síntomas de enfermedades respiratorias y facilite cubrebocas a los pacientes que presenten síntomas seudogripales y los remita para que sean objeto de un examen médico, con arreglo a los protocolos nacionales para realizar el proceso inicial de triaje de pacientes con presunta COVID-19.
  • Aunque actualmente no se ha demostrado que existan contraindicaciones médicas para vacunar a las personas que han estado en contacto con casos de COVID-19, se recomienda diferir la vacunación hasta completar un periodo de cuarentena (14 días tras la última exposición a un paciente con COVID-19).
  • Dadas las circunstancias en las que se produce el brote epidémico de esta enfermedad prevenible por vacunación, la decisión de poner en marcha campañas masivas de vacunación en respuesta al brote deberá ser objeto de examen sobre la base de cada caso individual mediante una evaluación de los riesgos y los beneficios y, además, deberá tenerse en cuenta la capacidad del sistema sanitario para llevar a cabo eficazmente una campaña masiva de alta calidad y en condiciones de seguridad en el contexto de la pandemia de COVID-19. El examen debe incluir una evaluación del riesgo de poner en marcha una respuesta tardía frente a una respuesta inmediata, tanto en términos de la morbimortalidad de la enfermedad prevenible por vacunación como de las potenciales repercusiones de que se produzca una mayor propagación del virus SARS-CoV-2.
  • Si se produce un brote epidémico de una enfermedad prevenible por vacunación, los riesgos y los beneficios de poner en marcha una campaña de vacunación en respuesta al brote deben examinarse tomando en cuenta la capacidad del sistema sanitario para llevar a cabo eficazmente una campaña masiva de alta calidad y en condiciones de seguridad en el contexto de la pandemia de COVID-19. El examen debe incluir una evaluación del riesgo de poner en marcha una respuesta tardía frente a una respuesta inmediata, tanto en términos de la morbimortalidad de la enfermedad prevenible por vacunación como de las potenciales repercusiones de que se produzca una mayor propagación del virus SARS-CoV-2. Si se optara por emprender una campaña de vacunación en respuesta al brote, deben adoptarse medidas rigurosas para cumplir la normativa y las disposiciones en materia de prevención y control de la infección derivada de la COVID-19, manipular de manera adecuada los desechos de las inyecciones, proteger al personal sanitario y salvaguardar al público. Si se optara por diferir la campaña de vacunación en respuesta al brote, debe realizarse un examen periódico sobre la base de la morbimortalidad local de la enfermedad prevenible por vacunación, a fin de evaluar los riesgos de diferir la campaña aún más.
  • Los servicios de vacunación deben reanudar sus labores una vez que haya disminuido el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 y la capacidad del sistema sanitario se haya recuperado lo suficiente como para retomar esas actividades. Cabe esperar que aún exista un determinado nivel de transmisión del SARS-CoV-2 cuando se reanuden los servicios. Es probable que las medidas estrictas en materia de prevención y control de infecciones y las prácticas de distanciamiento social sigan en vigor en las etapas tempranas de la reapertura de los servicios de vacunación. El Comité Asesor de Prácticas de Inmunización debe orientar al país sobre la manera de reanudar los servicios y las poblaciones que se deben priorizar.
  • Debe vacunarse a los grupos de población de riesgo que residan en zonas donde el virus del sarampión esté circulando y que no tengan pruebas de estar vacunados ni de tener inmunidad contra el sarampión y la rubéola, como el personal sanitario, las personas que trabajan en empresas de servicios esenciales, instituciones con población cautiva y el sector del transporte (hospitales, aeropuertos, cárceles, hostales, pasos fronterizos, servicios de transporte colectivo urbano, etc.), así como a los viajeros internacionales.
  • Debe vacunarse a los grupos de población de riesgo (que no tengan prueba de estar vacunados ni de tener inmunidad contra el sarampión y la rubéola), como el personal sanitario, las personas que trabajan en los sectores del turismo y el transporte (hoteles, aeropuertos, pasos fronterizos, servicios de transporte colectivo urbano, etc.), y a los viajeros internacionales.
  • Debe mantenerse una reserva de vacunas contra el sarampión y la rubéola o vacunas SPR (sarampión, parotiditis, rubéola), y jeringas y material, para la prevención y control de los casos importados.

Vigilancia epidemiológica

  • Los sistemas de vigilancia deben seguir llevando a cabo acciones encaminadas a la detección temprana y la gestión de los casos de enfermedades prevenibles por vacunación, al menos en lo que respecta a las enfermedades que son objeto de vigilancia obligatoria en todo el mundo y a la consecución de objetivos de eliminación de enfermedades como el sarampión y la rubéola, entre otras.
  • Durante un brote epidémico y cuando no sea posible confirmar los casos presuntos mediante pruebas de laboratorio, los casos confirmados pueden clasificarse con arreglo a criterios clínicos (fiebre, exantema, tos, coriza y conjuntivitis) y en el marco de los vínculos epidemiológicos, a fin de no retrasar la adopción de medidas de respuesta.
  • Las medidas de vigilancia habitual de las demás enfermedades prevenibles por vacunación deben seguir aplicándose mientras sea posible; si no fuera posible realizar pruebas de laboratorio, las muestras deben almacenarse de manera adecuada con el fin de realizar las pruebas de confirmación una vez que la capacidad de los laboratorios lo permita. Los países deben asegurarse de que exista suficiente capacidad para almacenar muestras en los planos central y estatal, y esta capacidad debe ser objeto de supervisión periódica.
  • Fortalecer la vigilancia epidemiológica en las regiones fronterizas, a fin de identificar y responder rápidamente a los casos altamente sugestivos de sarampión que se presenten.

Respuesta rápida

  • Con el fin de impedir que la transmisión endémica se vuelva a producir, deben ponerse en marcha medidas de respuesta rápida para ocuparse de los casos de sarampión importados, mediante la activación de equipos de respuesta rápida capacitados a esos efectos y la aplicación de protocolos nacionales de respuesta rápida cuando se detecten casos importados. Una vez que los equipos de respuesta rápida hayan entrado en acción, debe garantizarse que exista coordinación constante entre los planos nacional y local mediante el establecimiento de canales de comunicación permanentes y fluidos en todos los niveles (nacional, subnacional y local).
  • Durante los brotes epidémicos, debe ponerse en marcha una gestión adecuada de casos hospitalarios a fin de impedir la transmisión nosocomial, incluida la adopción de medidas para ingresar a los pacientes de manera adecuada en habitaciones de aislamiento (en todos los niveles de atención) y evitar que tengan contacto con otros pacientes en las salas de espera u otras habitaciones del hospital.

 


 

1Definición de caso presunto de sarampión o rubéola en México: toda persona de cualquier edad que presente fiebre y exantema maculopapular, y uno o más de los siguientes signos y síntomas: tos, coriza, conjuntivitis, o adenomegalias (retroauriculares, occipitales o cervicales). Puede consultar más información en este enlace.

2Comprobados en la cartilla de vacunación.

 


 

Si desea consultar más información sobre el sarampión: