Descripción de la situación
Información básica sobre el brote
El 26 de febrero de 2022, la OMS recibió notificación de un brote de fiebre de Lassa en el Togo tras la confirmación de un caso. Se realizó la búsqueda activa de casos y el rastreo de contactos. Las autoridades nacionales han calificado el nivel de riesgo de transmisión de este brote como bajo a nivel nacional y regional sobre la base de su experiencia con brotes anteriores y de la comunicación transfronteriza con los países vecinos.
Descripción del brote
El 26 de febrero de 2022, las autoridades nacionales del Togo informaron a la OMS de un brote de fiebre de Lassa después de que se confirmara la enfermedad mediante pruebas de laboratorio en una mujer de 35 años en la ciudad de Takpamba, distrito sureño de Oti, de la región de las Sabanas. La ciudad limita con Ghana y se ubica a 96 km de Dapaong, la capital de la región de las Sabanas. La persona infectada vivía anteriormente en un pueblo ubicado en el municipio de Savè en Benin, a 4 km de la frontera con Nigeria, y llegó el 4 de febrero a la ciudad de Takpamba, en el Togo, antes de que comenzara a presentar síntomas.
El 11 de febrero, la persona presentó síntomas que incluyeron fiebre, dolor abdominal y tos, y acudió al establecimiento de salud local el 14 de febrero. Tras administrarle tratamiento por vía oral durante tres días y no presentar mejoras, la paciente fue trasladada a otro centro de salud en donde fue hospitalizada durante 24 horas y, posteriormente, se la derivó a un hospital en donde se la atendió de manera ambulatoria. El 22 de febrero, la paciente volvió al hospital que había visitado anteriormente debido a la persistencia de los síntomas, además de que también presentaba vómitos y diarrea sanguinolenta. Se sospechó que la paciente presentaba fiebre de Lassa debido a su cuadro clínico. Se la aisló y se notificó el caso a las autoridades sanitarias. Se le tomó una muestra para realizar el análisis de laboratorio en el Instituto Nacional de Higiene del Togo, que fue positiva para fiebre de Lassa el 26 de febrero. La paciente falleció el mismo día y se procedió a su inhumación segura y digna.
En total, se identificaron 26 contactos de dos distritos sanitarios en la región de las Sabanas, incluidos 10 trabajadores de la salud. Uno de estos trabajadores era sintomático y fue aislado. El trabajador de la salud sintomático se expuso mediante contacto directo con la paciente, pero el resultado del análisis fue negativo a fiebre de Lassa. Al 23 de marzo, todos los contactos habían completado el periodo de seguimiento y ninguno había presentado fiebre de Lassa.
No se han notificado brotes en Benin o Ghana asociados al brote en el Togo. En la actualidad, existe un brote en Nigeria (para obtener más información, consulte la parte sobre brotes epidémicos en inglés publicada sobre la fiebre de Lassa en Nigeria el 14 de febrero de 2022); sin embargo, no se ha evidenciado ningún vínculo epidemiológico como parte de esta investigación.
Figura 1. Caso confirmado de fiebre de Lassa en el Togo, que limita con Ghana y Benin
Epidemiología de la fiebre de Lassa
La fiebre de Lassa es una fiebre vírica hemorrágica aguda que se transmite a los seres humanos principalmente a través del contacto directo o indirecto con alimentos o utensilios domésticos contaminados con orina o heces de ratas del género Mastomys. En menor medida, también puede haber transmisión entre personas durante la fase febril aguda mediante las partículas víricas presentes en la sangre y en los líquidos corporales de personas infectadas. Esto incluye la transmisión en los entornos de atención de salud y laboratorios; por ello, los trabajadores de la salud deben incluirse en los grupos de riesgo a quienes se dirigen las medidas de prevención. En general, la tasa de letalidad es de aproximadamente 15 % entre los pacientes hospitalizados con la enfermedad grave.
El período de incubación de la fiebre de Lassa varía de 6 a 21 días. El inicio de la enfermedad sintomática es gradual y se presenta con fiebre, debilidad generalizada y malestar general. Después de unos cuantos días, se puede presentar cefalea, dolor de garganta, dolor muscular, dolor torácico, náuseas, vómitos, diarrea, tos y dolor abdominal. En los casos graves, se puede presentar tumefacción facial, derrames pulmonares, hemorragias bucales, nasales, vaginales o gastrointestinales, e hipotensión arterial.
En los últimos años, se ha administrado el fármaco antivírico ribavirina para el tratamiento de la fiebre de Lassa; sin embargo, según los últimos exámenes sistemáticos, no existen datos probatorios sólidos que respalden su eficacia en el desenlace clínico de los pacientes con esta enfermedad, ni tampoco existen indicios fundados sobre los esquemas de dosificación óptimos; por ello, es necesario que se realicen más investigaciones en este ámbito, en particular ensayos controlados aleatorizados. Así, si se decide utilizar ribavirina, se debe hacer siguiendo un protocolo de ensayo clínico para evaluar la seguridad y la eficacia del fármaco, así como su posología. En la actualidad, no se cuenta con una vacuna aprobada para la fiebre de Lassa; sin embargo, el tratamiento de apoyo optimizado con rehidratación y administración rápida de un tratamiento sintomático mejoran la tasa de supervivencia.
La fiebre de Lassa es endémica en África Occidental y, con frecuencia, se han notificado casos en Benin, Ghana, Guinea, Liberia, Malí, Nigeria y Sierra Leona. El Togo se ha visto afectado en menor grado; sin embargo, desde 2016, se han notificado brotes y casos esporádicos en este país cada algunos años. En 2016 y 2017 ocurrieron brotes importantes de fiebre de Lassa en el Togo. El brote más reciente se presentó en enero de 2019 después de que se notificaran dos casos importados desde Nigeria en la Región Central y en la Región de la Kara del Togo. No se notificaron más casos y el ministerio de salud declaró el fin del brote en febrero de 2019.
Durante los brotes de fiebre de Lassa en el Togo hubo casos importados y exportados en diversos momentos hacia y desde los países vecinos; por ello, fue necesario que exista una comunicación transfronteriza. En ambas zonas y regiones endémicas con casos esporádicos en África Occidental, la mayoría de los casos fueron notificados durante la estación seca, que va de diciembre a abril.
Respuesta de salud pública
La OMS se encuentra respaldando las actividades de respuesta en el país y ha brindado apoyo para que se realice el entierro seguro y digno de la paciente.
Se encuentran en marcha las actividades de búsqueda activa de casos y rastreo de contactos en el domicilio de la paciente y en los establecimientos de salud afectados. Si los contactos presentan algún síntoma de la fiebre de Lassa, los equipos encargados del tratamiento de casos han recibido capacitación para garantizar que los casos presuntos reciban atención adecuada en una unidad especializada.
Entre otras medidas de respuesta adoptadas se incluyen sensibilizar a los trabajadores de la salud sobre esta enfermedad, disponer de existencias de ribavirina, asegurar una capacidad mínima para la gestión de casos a nivel distrital, comunicar los riesgos al público y reforzar las medidas de control y prevención de la infección en los establecimientos de salud.
Evaluación de riesgos por la OMS
El país ha demostrado haber tenido una capacidad de respuesta adecuada ante los brotes de fiebre de Lassa en el pasado; sin embargo, durante el brote actual, se han observado varios problemas, por ejemplo, la falta de recursos para el tratamiento de los casos, como un número insuficiente de salas para el aislamiento, escasez de existencias de fármacos para el tratamiento antivírico y el tratamiento de apoyo, la falta de refuerzo de las medidas de control y prevención de la infección en los establecimientos de salud, así como los retrasos en la obtención de resultados de los análisis de las muestras.
Por otro lado, la naturaleza porosa de las fronteras en esta zona que permite un movimiento transfronterizo constante supone un riesgo para la transmisión de la enfermedad a los países vecinos. Sin embargo, debido a la gestión de los brotes anteriores y a la experiencia con las comunicaciones transfronterizas entre los ministerios de salud nacionales respecto de los brotes de fiebre de Lassa, el riesgo de transmisión sigue siendo bajo a nivel nacional y regional.
Recomendaciones de la OMS
Prevención: La prevención de la fiebre de Lassa en los países endémicos se basa en la implicación comunitaria y la promoción de condiciones higiénicas adecuadas a fin de evitar la entrada de roedores en los hogares. Se debe indicar a los familiares y trabajadores de la salud que eviten en todo momento el contacto con la sangre y los líquidos corporales de los pacientes enfermos bajo su cuidado.
Prevención y control de las infecciones:
- En los entornos de salud, el personal debe adoptar sistemáticamente medidas estandarizadas de prevención y control de las infecciones (PCI) durante la atención de los pacientes, independientemente de su presunto diagnóstico, a fin de prevenir infecciones nosocomiales.
- Entre las precauciones normalizadas para el control de las infecciones se incluyen la higiene correcta de las manos, el uso racional de los equipos de protección personal, la limpieza del entorno, el aislamiento y las prácticas de inyección sin riesgos.
- A fin de evitar el contacto directo con la sangre y los líquidos corporales y también las salpicaduras en las mucosas faciales (ojos, nariz y boca) al atender directamente a un paciente con sospecha o confirmación de infección por el virus de Lassa, se debe utilizar un equipo de protección personal que incluya:
- guantes limpios no estériles;
- bata limpia, no estéril e impermeable a los líquidos; y
- protección de la mucosa facial contra las salpicaduras (mascarilla y protección ocular, o una careta).
Viajes internacionales y salud:
- A la luz de la información disponible en relación con este evento, la OMS desaconseja aplicar restricciones a los viajes al Togo o al comercio con este país.
- La exportación de casos de fiebre de Lassa puede ocurrir a través de las personas que viajan desde zonas donde la enfermedad es endémica hacia las no afectadas. Se debe considerar que los pacientes que presenten fiebre y hayan viajado dentro de África Occidental tienen un diagnóstico de fiebre de Lassa, en especial si han estado en zonas rurales u hospitales de países en donde esta enfermedad es endémica.
Epidemiología de la enfermedad
Lassa fever is an acute viral haemorrhagic fever that is primarily transmitted to humans through direct or indirect contact with food or household items contaminated with infected Mastomys rodents’ urine or faeces. Though to a lesser extent, person-to-person infections can occur during the acute febrile phase through virus particles present in blood and bodily fluids of the infected person. This includes transmission in the health care facility and laboratory; thus, health care workers should be among the risk groups targeted for prevention. Overall, the case fatality ratio is around 15% among hospitalized patients with severe presentation.
The incubation period of Lassa fever ranges from 6 to 21 days. The onset of the disease, when symptomatic, is gradual, starting with fever, general weakness, and malaise. After a few days, headache, sore throat, muscle pain, chest pain, nausea, vomiting, diarrhoea, cough, and abdominal pain may follow. In severe cases, facial swelling, fluid in the lung cavity, bleeding from the mouth, nose, vagina or gastrointestinal tract and low blood pressure may develop.
The antiviral drug, ribavirin has been given as treatment for Lassa fever in recent years, however, recent systematic reviews showed there is no strong evidence about the efficacy of ribavirin treatment on the outcome of patients with Lassa fever as well as optimal dosing regimens, highlighting the need for further research, particularly in the form of randomized clinical trials. Therefore, if the decision is to use ribavirin, it should be made under clinical trial protocol to evaluate safety and efficacy of the drug and the dosage. There is currently no approved vaccine for Lassa fever, however, optimized supportive care provided as early as possible with rehydration and symptomatic treatment can increase the chance of survival.
Lassa fever is endemic in West Africa with cases frequently reported from Benin, Ghana, Guinea, Liberia, Mali, Nigeria and Sierra Leone. Togo is affected to a lesser extent, however, since 2016, outbreaks and sporadic cases have been reported in the country every few years. Notable Lassa fever outbreaks have occurred in Togo in 2016, 2017, and the most recent was in January 2019 when two imported cases from Nigeria were reported in the Central and Kara regions of Togo. No further cases were identified, and the Ministry of Health declared an end to the outbreak in February 2019.
Outbreaks of Lassa fever in Togo have involved importation and exportation of cases at various times to nearby countries requiring the need for cross-border communication. In both endemic regions and areas with sporadic cases in West Africa, the majority of cases are reported during the dry season from December to April.
Información adicional
- Nota descriptiva de la OMS sobre la fiebre de Lassa
- AFRO Weekly bulletin on outbreaks and other emergencies
Cita recomendada: Organización Mundial de la Salud (24 de marzo de 2022). Partes sobre brotes epidémicos: Fiebre de Lassa – Togo. Disponible en: https://covid.comesa.int/emergencies/disease-outbreak-news/item/disease-outbreak-news-lassa-fever-togo.