Noticias sobre brotes de enfermedades

Viruela símica - Región de las Américas (OPS), Región del Mediterráneo Oriental (EMRO), Región del Pacífico Occidental (WPRO), Región Europea (EURO)

4 de junio de 2022

Descripción de la situación

La presente publicación es una actualización del Parte sobre brotes epidémicos publicado anteriormente, el 29 de mayo, y también ofrece breves resúmenes de orientaciones, incluidas las relativas a la vacunación.

Síntesis del brote

Desde el 13 de mayo de 2022, y hasta el 2 de junio de 2022, la OMS ha recibido la notificación o ha tenido conocimiento de 780 casos de viruela símica confirmados por pruebas de laboratorio, que corresponden a 27 Estados Miembros de cuatro regiones de la Organización donde el virus que causa esa enfermedad no es endémico. Las pertinentes investigaciones epidemiológicas siguen su curso. La mayoría de los casos notificados hasta ahora se han detectado a través de los servicios de salud sexual u otros servicios de salud en centros de atención primaria o secundaria, y principalmente, pero no exclusivamente, han afectado a hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

Partiendo de las muestras obtenidas de los casos, hasta ahora se ha identificado el clado de África occidental del virus, la mayoría de los casos confirmados con antecedentes de viaje informaron de que habían viajado a países de Europa y América del Norte, y no a África occidental o central, donde el virus de la viruela símica es endémico. La confirmación de la viruela símica en personas que no han viajado a una zona endémica es atípica, y un solo caso de esa enfermedad en un país no endémico se considera un brote. Aunque la mayoría de los casos no están asociados a viajes desde zonas endémicas, los Estados Miembros también están notificando un pequeño número de casos en viajeros procedentes de Nigeria, como ya se ha observado anteriormente.

La aparición repentina e inesperada de la viruela símica simultáneamente en varios países no endémicos sugiere la posibilidad de que, desde hace algún tiempo que se desconoce, ya exista transmisión sin detectar, seguida de los eventos amplificadores recientes.

La OMS considera que el riesgo a nivel mundial es moderado, teniendo en cuenta que es la primera vez que se notifican muchos casos y conglomerados de casos de viruela símica simultáneamente en países no endémicos y endémicos de zonas geográficas de la OMS muy dispares.

La OMS sigue recibiendo información actualizada sobre la situación en los países endémicos.

Descripción del brote

Hasta el 2 de junio de 2022, la OMS ha recibido la notificación de 780 casos confirmados por pruebas de laboratorio en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), o bien ha tomado conocimiento de ellos a partir de fuentes públicas oficiales, en 27 países no endémicos de cuatro regiones de la OMS. Esto representa un aumento de 523 casos confirmados por pruebas de laboratorio (+203%) desde el parte sobre brotes epidémicos del 29 de mayo, cuando se notificaron un total de 257 casos. Hasta el 2 de junio de 2022, no ha habido ninguna muerte asociada al brote actual de viruela símica en los países no endémicos, aunque se siguen notificando casos y muertes en los países endémicos (véase el cuadro 2).

Si bien las investigaciones siguen su curso, los datos preliminares de los ensayos de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) indican que las cepas del virus de la viruela símica detectadas en Europa y otras zonas no endémicas pertenecen al clado de África occidental.

La figura 1 y el cuadro 1 muestran la distribución geográfica de los casos de viruela símica notificados a la OMS o identificados por ella en países no endémicos entre el 13 de mayo y el 2 de junio de 2022. La mayoría de los casos (n = 688; el 88%), correspondieron a la Región de Europa de la OMS (20 países). También se han notificado casos confirmados en las regiones de las Américas (n = 80; el 10%), el Mediterráneo Oriental (n = 9; el 1%) y el Pacífico Occidental (n = 3; <1%).

El recuento de casos fluctúa a medida que se dispone de más información diaria y que la OMS verifica los datos de acuerdo con las disposiciones del RSI.

Figura 1. Distribución geográfica de los casos de viruela símica en países no endémicos notificados a la OMS o comunicados a ella por fuentes públicas oficiales entre el 13 de mayo y el 2 de junio de 2022, a las 17:00 horas (horario centroeuropeo). 

Cuadro 1. Casos de viruela símica en países no endémicos notificados o comunicados a la OMS o comunicados a ella por fuentes públicas oficiales entre el 13 de mayo y el 2 de junio de 2022, a las 17:00 horas (horario centroeuropeo). 

Hasta la fecha, la presentación clínica de los casos confirmados ha sido variable. Muchos casos de este brote no presentan el cuadro clínico clásico de la viruela símica. En los casos descritos hasta ahora en este brote, los síntomas de presentación comunes incluyen lesiones genitales y perianales, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos y dolor al tragar. A pesar de que las úlceras bucales siguen siendo una característica común en combinación con la fiebre y la inflamación de los ganglios linfáticos, a veces aparece primero la distribución anogenital local de la erupción (con lesiones vesiculares, pustulosas o ulceradas) sin extenderse sistemáticamente a otras partes del cuerpo. Esta presentación inicial de erupción genital o perianal parece indicar, en muchos casos, que la vía probable de transmisión es el contacto físico íntimo durante las relaciones sexuales. También se han descrito algunos casos en los que las pústulas aparecen antes que los síntomas generales (por ejemplo, fiebre) y en los que las lesiones se encuentran en diferentes etapas de desarrollo, ambas cosas atípicas con respecto a la presentación típica de la viruela símica. Aparte de los pacientes hospitalizados con fines de aislamiento, se han notificado pocas hospitalizaciones. Entre las complicaciones que han dado lugar a la hospitalización figuran la necesidad de proporcionar un tratamiento adecuado del dolor y la de tratar las infecciones secundarias.

Además de los casos notificados o identificados en los países no endémicos, la OMS sigue recibiendo información actualizada sobre la situación de los brotes de viruela símica que están afectando a los países endémicos[1] de la Región de África a través de los mecanismos de vigilancia establecidos (Vigilancia y Respuesta Integrada a las Enfermedades). Desde enero hasta el 1 de junio de 2022, en siete países endémicos se notificaron 1408 casos sospechosos y 44 confirmados, incluidas 66 muertes (cuadro 2).

Cuadro 2. Casos de viruela símica en la Región de África de la OMS notificados a la Organización desde el 1 de enero de 2022 hasta el 1 de junio de 2022


[1] Los países donde la viruela símica es endémica son: Camerún, Gabón, Ghana (identificada solo en animales), Congo, Côte d'Ivoire, Liberia, República Centroafricana, República Democrática del Congo y Sierra Leona. Benin y Sudán del Sur han documentado importaciones en el pasado. Los países que actualmente notifican casos del clado de África occidental son el Camerún y Nigeria.

La situación está evolucionando y la OMS prevé que a medida que el brote avance y en los países endémicos y no endémicos se amplíe la vigilancia se identificarán más casos de viruela símica.

Respuesta de salud pública

La OMS sigue apoyando el intercambio de información sobre el brote actual de viruela símica. En la OMS y en muchos Estados Miembros se ha activado la respuesta a los incidentes clínicos y de salud pública para coordinar la detección exhaustiva de casos, el rastreo de contactos, las pruebas en laboratorios, la atención clínica, el aislamiento y la aplicación de medidas de prevención y control de la infección.

Se está llevando a cabo la secuenciación genómica del ADN del virus de la viruela símica, cuando está disponible. Algunos países europeos (Alemania, Bélgica, Eslovenia, España, Francia, Israel, Italia, Países Bajos y Portugal), además de los Estados Unidos de América, han publicado las secuencias completas o parciales del genoma de los virus identificados en el brote actual. Aunque las investigaciones siguen su curso, los datos preliminares de las pruebas de PCR indican que los genes del virus de la viruela símica detectados pertenecen al clado de África occidental.

Algunos Estados Miembros están administrando las vacunas ACAM-2000 y MVA-BN para proteger a los contactos estrechos. Otros países pueden disponer de suministros de las vacunas LC16.

Se están elaborando orientaciones provisionales para apoyar a los Estados Miembros en la vigilancia, el diagnóstico y las pruebas de laboratorio la investigación de casos y el rastreo de contactos, la atención clínica, las vacunas y la inmunización, y la comunicación de riesgos y la participación de la comunidad.

La OMS ha actualizado sus orientaciones sobre la respuesta a los brotes de viruela símica y ha publicado los siguientes documentos:

Próximamente, la OMS publicará orientaciones provisionales sobre la atención clínica y la prevención y control de la infección por el virus de la viruela símica, así como sobre las vacunas y la inmunización contra esa enfermedad.

Evaluación del riesgo por la OMS

Actualmente, se considera que el riesgo general para la salud pública a nivel mundial es moderado, teniendo en cuenta que es la primera vez que se notifican simultáneamente casos y conglomerados de casos de viruela símica en países no endémicos y endémicos pertenecientes a zonas geográficas de la OMS muy dispares.

Los casos se han identificado inicial y principalmente entre hombres que declararon que mantenían relaciones sexuales con varias personas. La repentina aparición y el amplio alcance geográfico de muchos casos que inicialmente parecían esporádicos indican que la transmisión extendida de persona a persona se ha visto facilitada por los frecuentes encuentros íntimos entre personas o con contacto físico. Algunos países informan de que las nuevas generaciones de casos ya no aparecen solo entre los contactos conocidos de los casos previamente confirmados, lo que sugiere que se están pasando por alto cadenas de transmisión debido a que el virus está circulando sin ser detectado.

Además, como la información epidemiológica y de laboratorio sigue siendo limitada, es probable que el número real de casos sea haya subestimado. Esto puede deberse, en parte, a la falta de reconocimiento clínico temprano de una infección que, hasta ahora, incidía sobre todo en África occidental y central, a la vigilancia limitada y a que algunos países no disponen ampliamente de pruebas diagnósticas. Dado el número de países de varias regiones de la OMS que han notificado casos de viruela símica, es muy probable que otros países encuentren casos y se produzca una mayor propagación del virus.

La transmisión de persona a persona se produce a través del contacto físico estrecho o directo (por ejemplo, cara a cara, piel con piel, boca a boca, boca con piel y también durante las relaciones sexuales) con la piel o las membranas mucosas que puedan tener lesiones infecciosas reconocidas o no, como las úlceras mucocutáneas, las gotículas respiratorias (y, posiblemente, los aerosoles de corto alcance), o del contacto con materiales contaminados (por ejemplo, sábanas, ropa de cama, aparatos electrónicos o ropa de vestir).

Aunque el riesgo actual para la salud humana y para la población en general sigue siendo bajo, el riesgo para la salud pública podría llegar a ser alto si el virus aprovecha la oportunidad de establecerse en países no endémicos como un patógeno humano generalizado. Los trabajadores de la salud también están expuestos a contraer la enfermedad si no utilizan las medidas adecuadas de prevención y control de infecciones o no usan el equipo de protección personal adecuado cuando sea necesario para evitar la transmisión. Aunque en el brote actual no se haya notificado, el riesgo de infecciones asociadas a la atención de salud se ha documentado en el pasado tanto en zonas endémicas como no endémicas. Existe la posibilidad de que aumenten las repercusiones para la salud con una mayor propagación entre los grupos vulnerables, ya que se sabe que el riesgo de enfermedad grave y mortalidad es mayor entre los niños y las personas inmunodeprimidas. Se dispone de pocos datos sobre las personas que viven con el VIH, pero no se ha informado de que el cuadro de los que están en tratamiento con antirretrovíricos y tienen un sistema inmunitario fuerte sea más grave; las personas que viven con el VIH y no siguen tratamiento o permanecen inmunodeprimidas pueden presentar un cuadro más grave, como se documenta en la bibliografía. Se conoce poco sobre los efectos de la infección por el virus de la viruela símica en el embarazo, aunque los datos limitados disponibles indican que puede afectar negativamente el feto.

Hasta la fecha, se ha determinado que todos los casos identificados en países no endémicos cuyas muestras fueron confirmadas por PCR se infectaron por el clado de África occidental. Se conocen dos clados de viruela símica, uno endémico de África occidental y el otro de la cuenca del Congo. El primero se ha asociado en el pasado con una tasa de mortalidad general inferior al 3%, mientras que el clado de la cuenca del Congo parece causar con más frecuencia un cuadro más grave, con una tasa de letalidad registrada previamente del 1 al 10%; ambas estimaciones se basan en las infecciones padecidas por personas generalmente más jóvenes en África.

En el pasado se demostró que la vacunación contra la viruela proporciona protección cruzada contra la viruela símica. Sin embargo, solo gozan de esta inmunidad las personas de 42 a 50 años o más, dependiendo del país, ya que los programas de vacunación antivariólica se interrumpieron en todo el mundo en 1980, tras la erradicación de esa infección. Las vacunas originales (de primera generación) contra la viruela del programa de erradicación ya no están disponibles para la población general. Además, es posible que la protección de las personas vacunadas haya disminuido con el tiempo.

En un número limitado de países se están administrando vacunas contra la viruela y la viruela símica, cuando están disponibles, a los contactos estrechos. Si bien se ha demostrado que las vacunas antivariólicas protegen contra la viruela símica, también existe una vacuna aprobada para la prevención específica de esa enfermedad, que se basa en una cepa del virus de la vaccinia (conocida genéricamente como cepa vaccinia Ankara Bavarian Nordic modificada o MVA-BN). Ha sido autorizada para prevenir la viruela símica en el Canadá y los Estados Unidos de América. En la Unión Europea, esta vacuna ha sido autorizada para prevenir la viruela. Recientemente, en los Estados Unidos de América y la Unión Europea también se ha aprobado un antivírico para tratar los ortopoxvirus. La OMS ha convocado a expertos para que revisen los últimos datos sobre las vacunas contra la viruela y la viruela símica y para que proporcionen orientaciones sobre cómo deben utilizarse y en qué circunstancias.

Recomendaciones de la OMS

El asesoramiento que la OMS ofrece a continuación sobre las medidas necesarias para responder al brote de viruela símica en varios países se basa en su labor técnica y en las consultas con los siguientes órganos consultivos de la Organización: el Grupo Asesor Estratégico y Técnico sobre Riesgos Infecciosos (STAG-IH); el grupo de trabajo especial del Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) sobre las vacunas contra la viruela y la viruela símica; el Grupo de Trabajo Técnico de Ciencias Sociales sobre Emergencias; el Comité Consultivo de Investigación sobre el Virus de la Viruela; la consulta sobre el proyecto de investigación y desarrollo de la OMS: investigación sobre la viruela símica; el Grupo de Asesoramiento Científico sobre los Orígenes de los Nuevos Patógenos (SAGO); así como en los resultados de las reuniones especiales de expertos.

Todos los países deben estar atentos a las señales relacionadas con las personas que presentan una erupción que evoluciona en etapas secuenciales —máculas, pápulas, vesículas, pústulas o costras, en la misma etapa de desarrollo en todas las áreas afectadas del cuerpo— que puede estar asociada con fiebre, adenopatías, dolor de espalda y mialgias. Durante el brote actual, muchas personas están presentando una erupción localizada, de distribución perigenital o perianal, asociada a una inflamación local y dolorosa de los ganglios linfáticos. Algunos casos pueden presentar infecciones bacterianas secundarias y al mismo tiempo infecciones de transmisión sexual, como la infección por el virus del herpes simple, la sífilis o la gonorroea. Esas personas pueden acudir a diversos establecimientos comunitarios y de salud, como los centros de atención primaria y secundaria, los puestos de control de la temperatura, los servicios de salud sexual, las unidades de enfermedades infecciosas, las consultas dermatológicas, obstétricas y ginecológicas, y los servicios de urgencias.

Para detectar y prevenir nuevos casos secundarios y gestionar de forma eficaz el brote actual es fundamental sensibilizar a las comunidades potencialmente afectadas, así como a los proveedores de servicios de salud y los técnicos de laboratorio. En las próximas reuniones multitudinarias de personas, donde la transmisión podría aumentar, la información debe llegar a los que más la necesitan, y debe hacerse todo lo posible para evitar la estigmatización innecesaria de las personas y comunidades potencialmente afectadas por la viruela símica.

A toda persona que cumpla la definición de caso sospechoso hay que ofrecerle la posibilidad de someterse a pruebas diagnósticas. La decisión de realizar la prueba debe basarse en factores clínicos y epidemiológicos vinculados a una evaluación de la probabilidad de infección. Debido a la variedad de afecciones que causan erupciones cutáneas y al hecho de que en este brote la presentación clínica con frecuencia es atípica, puede resultar difícil diferenciar la viruela símica basándose únicamente en la presentación clínica.

La atención a los pacientes con viruela símica presunta o confirmada requiere un reconocimiento precoz mediante protocolos de detección adaptados a los entornos locales; el aislamiento y la aplicación rápida de las medidas apropiadas de prevención y control de infecciones (precauciones habituales y basadas en la transmisión); las pruebas para confirmar el diagnóstico; el tratamiento sintomático de los pacientes con viruela símica leve o no complicada; y la vigilancia y tratamiento de las complicaciones y las afecciones que ponen en peligro la vida, como la evolución de las lesiones cutáneas, la infección secundaria de estas y, en raras ocasiones, la deshidratación grave, la neumonía grave o la sepsis.

Las medidas de prevención y control de infecciones (incluido el aislamiento de apoyo de los casos confirmados) deben mantenerse hasta que las lesiones hayan formado costras, estas se hayan desprendido y debajo se haya formado una nueva capa de piel.

La OMS está siguiendo de cerca la situación y apoyando la coordinación internacional en colaboración con los Estados Miembros y los asociados.

Para consultar los documentos de la OMS disponibles públicamente, véase más arriba la sección Respuesta de la salud pública. A continuación, para facilitar su consulta, se presentan los aspectos más destacados de esos documentos y de los que se están elaborando.

Vigilancia y notificación

La OMS ha establecido un conjunto mínimo de datos a nivel mundial para facilitar la captación de los parámetros epidemiológicos básicos de los casos, con el fin de conocer la situación mundial y presentar informes. Se pide a los Estados Miembros que, tan pronto como estén disponibles, presenten los datos mínimos de todos los casos que se ajusten a las definiciones de caso probable o confirmado, a través de sus centros nacionales de enlace para el RSI de la OMS. Los datos se agruparán y se distribuirán públicamente periódicamente en conjunto a través de los productos informativos de la OMS. Actualmente se está ultimando un formulario independiente de investigación de casos y rastreo de contactos para que lo usen los Estados Miembros, a los que se les enviará tan pronto como esté disponible.

Pruebas de laboratorio y gestión de muestras

Actualmente hay el mercado un número creciente de estuches comercializados de la prueba PCR, algunos de ellos específicos para detectar el virus de la viruela símica y otros para detectar ortopoxvirus. Casi todos ellos son de uso exclusivo para la investigación, y ninguno está validado de forma independiente. En la bibliografía científica se mencionan varios conjuntos de cebadores y sondas para establecer protocolos internos de PCR.

Comunicación de riesgos y participación de la comunidad

Para prevenir nuevos casos secundarios y gestionar de forma eficaz el brote actual son fundamentales la comunicación de los riesgos relacionados con la viruela símica y la participación en la prevención, detección y atención de las comunidades expuestas y afectadas, las organizaciones de la sociedad civil y los proveedores de servicios de salud, incluidos los servicios de salud sexual. Para reducir al mínimo la propagación, es primordial proporcionar asesoramiento de salud pública sobre cómo se transmite la enfermedad, sus síntomas y las medidas preventivas, y orientar la participación de la comunidad a los grupos de población que corren mayor riesgo.

Cualquier persona que tenga contacto directo con una persona infectada, incluyendo pero no limitándose al contacto sexual, puede contraer la viruela símica. Las medidas de autoprotección incluyen evitar el contacto sexual con una persona que presente una erupción anogenital localizada y limitar el número de parejas sexuales; evitar el contacto estrecho con toda persona que tenga síntomas compatibles con una posible infección por el virus de la viruela símica; lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón o con geles a base de alcohol; y cubrirse al toser y estornudar.

Si una persona presenta síntomas como una erupción con ampollas en la cara, las manos, los pies, los ojos, la boca y/o los genitales y las zonas perianales; fiebre; inflamación de los ganglios linfáticos; dolores de cabeza; dolores musculares; y cansancio debe ponerse en contacto con su proveedor de atención de salud y hacerse la prueba de detección de la viruela símica. Si se sospecha o se confirma que alguien tiene esta enfermedad, debe aislarse, evitar el contacto piel con piel y cara a cara con otras personas y abstenerse de mantener relaciones sexuales, incluido el sexo oral, hasta que se hayan desprendido las costras. Durante este periodo, los casos pueden recibir tratamiento sintomático para aliviar los síntomas. Toda persona que atienda a un enfermo de viruela símica debe utilizar medidas de protección personal adecuadas, tal como se ha mencionado anteriormente.

Los residentes de países donde la viruela símica es endémica y los viajeros a esos países deben evitar el contacto con mamíferos enfermos, como roedores, marsupiales y primates no humanos (vivos o muertos) que puedan albergar el virus de la viruela símica, y deben abstenerse de comer o manipular carne de caza (de animales silvestres).

También es importante evitar la propagación de rumores e informaciones erróneas en torno a la viruela símica. Es de suma importancia que las autoridades de salud pública escuchen y analicen sistemáticamente las preocupaciones de la población, incluso a través de las redes sociales, determinen cuáles son las cuestiones fundamentales y los vacíos de información, y fomenten la resiliencia frente a la información falsa. Hay que animar a los ciudadanos a informarse solamente de fuentes verificadas y creíbles.

Prevención y control de infecciones en los establecimientos de salud

Para mitigar y controlar la transmisión de la viruela símica en los entornos de atención de salud y comunitarios es fundamental aplicar medidas adecuadas de prevención y control de infecciones; esto incluye el empleo de una jerarquía de controles (administrativos, ambientales y de ingeniería) y el uso de equipos de protección personal para reducir el riesgo de exposición al virus causante en dichos entornos. Los trabajadores de la salud deben poner en práctica sistemáticamente las precauciones habituales, lo que incluye llevar a cabo una evaluación del riesgo para cada interacción con los pacientes, la higiene respiratoria y el protocolo para toser y estornudar, la disposición de los pacientes, el equipo de protección personal, las técnicas asépticas, las prácticas seguras de inyección y la prevención de las lesiones por objetos punzantes, la limpieza y desinfección del entorno, la manipulación adecuada de la ropa de cama y el servicio de lavandería, la descontaminación y el reprocesamiento de los artículos y equipos reutilizables de atención al paciente, y la gestión de los residuos. La OMS aconseja que ante cualquier caso sospechoso o confirmado de viruela símica se apliquen medidas de prevención y control de infecciones.

Atención y tratamiento clínicos

La mayoría de los casos humanos de viruela símica presentan síntomas de leves a moderados. Los pacientes con viruela símica deben recibir tratamiento sintomático para los síntomas leves, como antipiréticos para la fiebre y analgésicos para el dolor. Las lesiones cutáneas deben mantenerse limpias. Es importante mantener una nutrición y una rehidratación adecuadas. Se debe asesorar a los pacientes sobre los signos y síntomas de las complicaciones que requieren atención urgente.

Aunque son poco frecuentes, los pacientes con viruela símica pueden presentar complicaciones graves y potencialmente mortales. Por ejemplo, en las lesiones cutáneas pueden aparecer infecciones bacterianas de la piel y los tejidos blandos. Las lesiones pueden ser extremadamente pruriginosas, y si se produce una infección bacteriana secundaria por rascarse puede requerirse un cuidado local meticuloso de la herida y, en algunos casos, tratamiento antimicrobiano. También pueden presentarse lesiones en la boca o la mucosa ocular. En los países endémicos, las complicaciones pueden ser: infecciones bacterianas cutáneas secundarias, deshidratación, conjuntivitis, queratitis, neumonía, sepsis o choque séptico y, en casos raros, encefalitis y muerte. Por consiguiente, la atención clínica debe centrarse en tratar el síndrome clínico, mantener el estado nutricional y de hidratación y prevenir las complicaciones y secuelas, según sea necesario.

En los pacientes con viruela símica, los antivíricos deberían utilizarse en el marco de ensayos clínicos aleatorios con recogida de datos clínicos y de resultados normalizados de los pacientes para mejorar rápidamente la obtención de pruebas sobre la eficacia y seguridad. Si esto no es posible, pueden utilizarse en virtud de protocolos de acceso ampliado, como el Uso de Emergencia Supervisado de Intervenciones No Registradas y en Investigación (MEURI).

Vacunas e inmunización

Recientemente algunos países han aprobado una vacuna para la viruela símica, cuyo suministro es limitado. Algunos países pueden disponer de vacunas antivariólicas que se podrían usar de acuerdo con las directrices nacionales. Estas vacunas pueden estar disponibles en cantidades limitadas a través de las autoridades nacionales, dependiendo del país.

Independientemente del suministro de vacunas, la vacunación masiva de la población contra la viruela símica no es necesaria ni recomendable; se debe hacer todo lo posible para controlar la propagación de esta enfermedad entre personas mediante la detección y diagnóstico tempranos de los casos, el aislamiento y el rastreo de los contactos.

Para prevenir la aparición de la enfermedad en los contactos de los casos se recomienda la profilaxis posterior a la exposición con una vacuna adecuada contra la viruela o la viruela símica de segunda o tercera generación, idealmente dentro de los cuatro días (y hasta pasados 14 días) de la exposición inicial.

En el caso de los trabajadores de la salud con alto riesgo de exposición, el personal de laboratorio que trabaje con ortopoxvirus, el personal de laboratorio clínico que realice pruebas diagnósticas de la viruela símica y los miembros de los equipos de respuesta que designen las autoridades de salud pública se recomienda la profilaxis previa a la exposición.

Todas las decisiones en torno a la inmunización con vacunas contra la viruela o la viruela símica deben basarse en una evaluación de los riesgos y beneficios en cada caso, mediante la toma de decisiones clínicas compartidas.

La aplicación de planes de vacunación debe ir acompañada de una farmacovigilancia sólida, y se recomienda encarecidamente realizar estudios de eficacia de las vacunas con arreglo a protocolos de ensayos clínicos.

Una sola salud

En las zonas endémicas se han identificado varios mamíferos salvajes que son susceptibles de contraer el virus de la viruela símica, como las ardillas listadas, las ardillas voladoras, las ratas de Gambia, los lirones y los primates no humanos. Algunas especies son asintomáticas, especialmente las que son sospechosas de ser reservorios (roedores). Otras especies, como los monos y los grandes simios, presentan erupciones cutáneas similares a las de los seres humanos. Hasta la fecha no existen informes de animales domésticos afectados por el virus de la viruela símica ni de su transmisión de persona a animal. Sin embargo, sigue existiendo un riesgo hipotético de transmisión entre seres humanos y animales. Las personas con viruela símica deben procurar realizar una gestión adecuada de todos los residuos (como las vendas) y materiales potencialmente contaminados para evitar que la enfermedad se transmita de los seres humanos infectados a los animales susceptibles en los hogares (incluidos los animales domésticos) o a los animales peridomésticos, especialmente los roedores.

Concentraciones multitudinarias

Las concentraciones multitudinarias pueden ser un entorno propicio para la transmisión del virus de la viruela símica si implican interacciones estrechas, prolongadas y frecuentes entre las personas, lo que a su vez podría exponerlas al contacto con lesiones, líquidos corporales, gotículas respiratorias y materiales contaminados.

Si bien en las zonas donde se han detectado casos de viruela símica no es necesario posponer o cancelar las reuniones como medida predeterminada, puede tenerse en cuenta la adopción de las siguientes medidas de precaución:

  • debe compartirse información sobre la epidemiología, transmisión y prevención de la viruela símica con los posibles asistentes a las grandes concentraciones; estos eventos deben aprovecharse como oportunidades para la divulgación de información y la participación de la comunidad;
  • aunque la viruela símica y la COVID-19 se propagan entre las personas de forma diferente, algunas de las medidas contra la COVID-19 aplicadas durante las reuniones sociales, como mantener una distancia física y lavarse las manos con frecuencia, también son eficaces contra la transmisión del virus de la viruela símica;
  • debe evitarse el contacto estrecho con las personas que presenten signos y síntomas compatibles con la viruela símica, incluido el contacto sexual;
  • para facilitar el rastreo de los contactos en caso de que se detecte un caso de viruela símica se pueden utilizar listas de participantes en las reuniones, si procede; y
  • el personal responsable de atender a los asistentes que caigan enfermos durante un evento debe recibir información sobre cómo tratar a las personas con signos y síntomas compatibles con la viruela símica.

Como es práctica habitual en las grandes reuniones, y más aún durante la pandemia de COVID-19, se invita a las autoridades y los organizadores de eventos a aplicar el enfoque basado en el riesgo recomendado por la OMS para tomar decisiones relativas a las grandes concentraciones, y a adaptarlo a los eventos sociales grandes o pequeños que se esté planeando organizar. En el contexto del brote actual, deben examinarse y tenerse en cuenta los riesgos asociados a la viruela símica.

Viajes internacionales

Sobre la base de la información disponible en este momento, la OMS no recomienda que los Estados Miembros adopten ninguna medida relacionada con los viajes internacionales para los viajeros entrantes o salientes.

La aparición de cualquier signo parecido a un sarpullido durante el viaje o a su regreso debe comunicarse inmediatamente a un profesional de la salud, junto con información sobre todos los viajes recientes, los antecedentes sexuales y el historial de vacunación contra la viruela. Las personas identificadas como contactos de casos de viruela símica y que, por tanto, estén sometidas a seguimiento, no deben realizar ningún viaje, incluso internacional, hasta que finalice su periodo de vigilancia de la salud.

La OMS insta a todos los Estados Miembros, las autoridades de salud de todos los niveles, los médicos, los asociados del sector de la salud y social y los asociados académicos, de investigación y comerciales a que intervengan rápidamente para contener la propagación local y, por extensión, el brote de viruela símica en varios países. Hay que actuar con rapidez antes de que el virus siga estableciéndose como patógeno humano y transmita eficazmente entre personas, tanto en los lugares endémicos como en los no endémicos.

Información adicional

Orientaciones y recomendaciones de salud pública de la OMS

Recursos

Cita recomendada: Organización Mundial de la Salud (4 de junio de 2022). Partes sobre brotes epidémicos; Brote de viruela símica en varios países no endémicos: actualización de la situación. Disponible en: https://covid.comesa.int/emergencies/disease-outbreak-news/item/2022-DON390 

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