Sífilis

29 de mayo de 2025

Datos y cifras

  • La mayoría de las infecciones provocadas por la bacteria que causa la sífilis son asintomáticas o pasan desapercibidas.
  • La OMS calcula que, en 2022, 8,0 millones de adultos de entre 15 y 49 años contrajeron sífilis.
  • Si no se trata, si se trata con retraso o si se prescribe un antibiótico incorrecto durante el embarazo, la sífilis provoca desenlaces adversos del embarazo en el 50 %-80 % de los casos.
  • Determinados grupos, como los hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, se ven especialmente afectados. 

Panorama general

La sífilis es una infección bacteriana de transmisión sexual (ITS) que se puede prevenir y curar. Sin embargo, si no se trata puede causar graves problemas de salud.

Muchas personas con sífilis no presentan síntomas o no son conscientes de ellos.

La sífilis se transmite durante las relaciones sexuales orales, vaginales y anales, en el transcurso del embarazo y por transfusión sanguínea. En las embarazadas, puede causar la muerte del feto o del recién nacido, y el neonato puede contraer sífilis congénita.

El uso correcto y sistemático del preservativo durante las relaciones sexuales puede prevenir esta enfermedad.

Hay pruebas rápidas que permiten diagnosticar la sífilis en pocos minutos y empezar el tratamiento en la misma visita al consultorio.

Síntomas

Muchas personas con sífilis no notan ningún síntoma y, en ocasiones, tampoco los detectan los profesionales de la salud. Si no se trata, la sífilis puede durar muchos años y cursa varias etapas.

Sífilis primaria (primera etapa):

  • Dura aproximadamente 21 días.
  • En primer lugar, aparece una llaga redonda, indolora y generalmente dura en los genitales, el ano u otras zonas. Esta llaga se denomina chancro.
  • El chancro puede pasar inadvertido y se cura en tres a 10 días.
  • Si no se trata, la enfermedad avanza hasta la segunda etapa.

La sífilis puede contagiarse a través del chancro si este no se cubre correctamente con un preservativo durante las relaciones sexuales.

Sífilis secundaria:

  • Se manifiesta con un sarpullido que no produce picor, generalmente en las palmas y las plantas de los pies.
  • También pueden presentarse unas lesiones blancas o grises en zonas calientes y húmedas, como los labios vaginales y el ano, en el lugar donde estuvo el chancro. La enfermedad se puede contagiar por el contacto directo con estas lesiones, por lo que resulta imprescindible usar un preservativo para reducir la transmisión.
  • Los síntomas desaparecen sin tratamiento.

Sífilis latente:

  • A menudo no causa síntomas.
  • Si no se trata, pasados unos años empieza la etapa terciaria, que es la última.
  • La sífilis terciaria puede provocar enfermedades cerebrales y cardiovasculares, entre otras afecciones.

Los bebés que nacen con sífilis pueden presentar:

  • sarpullidos
  • inflamación en órganos
  • anemia
  • problemas óseos y articulares
  • afecciones neurológicas, como ceguera, sordera y meningitis
  • retrasos del desarrollo
  • convulsiones.

En ocasiones, algunos de estos síntomas solo se detectan más adelante en la vida.

Prevención

La sífilis se puede prevenir.

El método preventivo más eficaz contra la sífilis y otras ITS consiste en usar preservativos de forma sistemática y correcta. No obstante, la sífilis también se puede transmitir por contacto con partes del cuerpo si no se usa el preservativo, como los genitales, el ano y la boca.

Las personas con mayor riesgo de infección deben hacerse una prueba al menos una vez al año.

Las embarazadas deben someterse a pruebas en la primera visita de atención prenatal y recibir tratamiento inmediato si dan positivo. La sífilis congénita solo puede prevenirse diagnosticando a la madre y tratándola con penicilina.

Las personas a las que se les ha diagnosticado sífilis deben informar de ello a sus parejas sexuales para evitar que se infecten.

Diagnóstico

Debido a que los síntomas de la sífilis no son habituales ni perceptibles, el diagnóstico se basa en la historia clínica y sexual de la persona, en la exploración física y en pruebas analíticas y, a veces, radiológicas.

La bacteria Treponema pallidum que causa la sífilis se puede detectar directamente al microscopio en el laboratorio o, indirectamente, mediante un análisis de sangre. También hay pruebas rápidas que permiten diagnosticar la infección en cuestión de minutos, lo que facilita el inicio inmediato del tratamiento.

La detección de la infección sin síntomas mediante pruebas analíticas en el laboratorio o pruebas rápidas, seguida del tratamiento adecuado de los pacientes que den positivo, evita complicaciones, futuras transmisiones y desenlaces adversos del embarazo, como la sífilis congénita.

Sífilis congénita

No se dispone de pruebas diagnósticas para la sífilis congénita. Debería examinarse a todos los neonatos y mortinatos de las mujeres con esta enfermedad para comprobar si se ha producido la transmisión. Para definir el tratamiento de los nacidos vivos, conviene hacer una exploración clínica, pruebas radiológicas (si se dispone de ellas) y pruebas analíticas al nacer y durante el seguimiento posterior.

Tratamiento

La sífilis se puede tratar y curar. Las personas que sospechen que pueden tener esta infección deberían acudir a su profesional de la salud.

En su etapa temprana, la enfermedad se trata con una inyección de penicilina benzatínica (o benzatina bencilpenicilina), que es la terapia de primera elección y la única que la OMS recomienda para las embarazadas con la enfermedad. Como tratamiento de segunda línea, los médicos también pueden prescribir antibióticos como la doxiciclina, la ceftriaxona o la azitromicina.

La penicilina benzatínica también se emplea en las fases más avanzadas de la enfermedad, aunque se requieren más dosis. Normalmente se administra una inyección por semana durante tres semanas, incluso cuando no se conoce la etapa de la infección.

La penicilina benzatínica es el único fármaco que previene el contagio de la enfermedad de la madre al bebé. Es preciso tratar de inmediato a los bebés que nacen con sífilis congénita o cuya madre tenía sífilis no tratada para evitar problemas de salud graves.

Transmisión

La sífilis se transmite durante las relaciones sexuales orales, vaginales y anales por contacto con lesiones infecciosas, así como durante el embarazo a través de la placenta. La transmisión suele producirse en las primeras fases de la enfermedad, es decir, durante los dos años posteriores a la infección.

Posibles complicaciones

Sífilis e infección por el VIH

La sífilis multiplica aproximadamente por dos el riesgo de contraer la infección por el VIH u otras ITS, como la gonorrea, la clamidiosis y el herpes genital.

Sífilis grave

Si no se trata, la sífilis terciaria puede provocar diversas complicaciones décadas después de la infección. En esta fase, puede afectar a varios órganos y sistemas, como el encéfalo, el sistema nervioso, los ojos, el hígado, el corazón, los vasos sanguíneos, los huesos y las articulaciones, y puede incluso causar la muerte.

Neurosífilis, sífilis ocular y otosífilis

Estas manifestaciones pueden aparecer en cualquier etapa de la enfermedad.

La neurosífilis puede causar fuertes dolores de cabeza, problemas musculares graves y problemas de salud mental, incluida la demencia.

La sífilis ocular puede causar dolor ocular, visión borrosa, sensibilidad a la luz y ceguera.

La otosífilis afecta a la audición y al equilibrio.

Sífilis congénita

Si no se trata, la sífilis durante el embarazo puede tener consecuencias adversas graves, como la muerte fetal o neonatal, partos prematuros, un bajo peso del bebé al nacer y problemas de salud durante toda la vida en el neonato infectado.

Transmisión de la sífilis de la madre al niño

Respuesta de la OMS

La OMS cuenta con una iniciativa mundial para la eliminación de la sífilis congénita asociada con otra iniciativa para eliminar la transmisión maternoinfantil del VIH y la hepatitis B.

Además, la Organización ha elaborado directrices para tratar la sífilis y otras directrices sobre las pruebas de detección durante el embarazo, en las que figura la recomendación de utilizar la prueba doble para diagnosticar la infección por el VIH y la sífilis, que es asequible y eficaz (también en relación con los costos asumidos) en algunos entornos y contextos.

La OMS apoya también la adopción por los países de estrategias éticas, voluntarias y basadas en la evidencia para informar a las parejas sexuales de un diagnóstico de sífilis, infección por el VIH y otras ITS.

Por último, la Organización también facilita el acceso de los países a medios de diagnóstico de calidad y trabaja para que se disponga de penicilina en todo el mundo.