En marzo de 2018, bajo fuertes lluvias, una familia se desplazó hasta un centro de vacunación antirrábica en Malawi con su cachorro enfermo. Isaiah Mzonda, de 12 años, había sido mordido por el animal días
antes y las pruebas realizadas durante la campaña de vacunación habían confirmado la infección por rabia, una enfermedad que, si no se previene y se trata correctamente, es mortal. La rabia transmitida por esta mordedura
podía haber sido una sentencia de muerte para Isaiah, que no había recibido ningún tratamiento posterior a la exposición.
Debido a la urgencia de la situación y a los considerables problemas técnicos
encontrados, los equipos de la Lilongwe Society for the Protection and Care of Animals (LSCPA) y la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA), que organizaron la campaña de vacunación, colaboraron con el gobierno
y con centros de salud privados para administrar a Isaiah un tratamiento posterior a la exposición, consistente en una vacuna y una inmunoglobulina antirrábicas, que le salvó la vida. Hoy, seis meses después, Isaiah colabora
en la lucha contra la enfermedad y ayuda a concienciar y formar a comunidades como la suya, contando su historia a niños de todo el país. Como él mismo explica, «la vacunación es fundamental porque evita que nuestros
perros y a otros animales, como los gatos, contraigan la enfermedad».
Lamentablemente,
varios miles de niños africanos y asiáticos, que representan el 40% de las 59 000 defunciones anuales por rabia, no se benefician de esta protección. Cada nueve minutos fallece una persona por esa enfermedad, y el 40% de
las víctimas son menores de 15 años. Se trata de una enfermedad terrible e inexorablemente mortal para las personas expuestas que no reciben tratamiento inmediato después de la exposición, y continúa representando
una enorme carga sanitaria y financiera para algunas de las comunidades más pobres y desfavorecidas del mundo.
Todas las defunciones por rabia se pueden prevenir
Todas las defunciones por rabia se pueden prevenir
con intervenciones rentables de eficacia demostrada. Hoy en día, nadie debería fallecer por esta enfermedad. Se pueden salvar miles de vidas cada año evitando las mordeduras, vacunado de forma masiva a los perros, tratando correctamente
las heridas y proporcionando tratamiento tras la exposición.
Es necesario vacunar a los perros para detener la transmisión de la rabia
El 99% de los casos de rabia son causados por mordeduras de perros
rabiosos y, a falta de una prevención y un tratamiento adecuados, acaban siendo mortales.
Los programas de lucha antirrábica consistentes en campañas masivas de vacunación canina han dado resultados muy
satisfactorios en todo el mundo, lo cual demuestra que es posible erradicar esta enfermedad. La vacunación de más del 70% de los perros en las zonas endémicas interrumpe el ciclo de transmisión y previene los casos en perros
y humanos.
Difunde el mensaje, salva una vida.
Cada 28 de septiembre, la comunidad internacional se reúne para conmemorar el Día Mundial de la Rabia. Es una oportunidad para poner de manifiesto los éxitos
y progresos alcanzados en la lucha contra esta terrible enfermedad y para promover campañas de educación y concienciación.
El tema del presente año es: Difunde el mensaje, salva una vida. La educación
es un componente esencial de las celebraciones del Día Mundial de la Rabia. Países de todo el mundo aprovechan esta jornada para concienciar y educar a sus ciudadanos sobre esta lucha. Al fortalecer y ampliar las campañas, podemos
seguir avanzando hacia el objetivo de eliminar la rabia transmitida por los perros.
Ninguna muerte humana para 2030
La OMS, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Alianza Mundial para el Control de la Rabia (GARC) han establecido la colaboración mundial «Unidos contra la Rabia» basándose en 10 años de alianzas
mundiales y con el objetivo común de que, para 2030, no haya ninguna muerte humana por rabia transmitida por perros.
La Dra. Bernadette Abela-Ridder, jefa de equipo de la unidad de la OMS que se ocupa de las zoonosis desatendidas,
explica: «Como padres, debemos velar por que nuestros hijos sepan cómo comportarse con los animales para reducir el riesgo de mordeduras. Cuando las comunidades entienden la importancia de que sus perros estén sanos, es más
probable que los vacunen. Y cuando se imparte formación a los trabajadores sanitarios, pueden salvar las vidas de las personas expuestas a esta enfermedad».
La educación es fundamental para prevenir las defunciones por rabia
Notas descriptivas
Reportajes
Documentos