Trabajando codo a codo para atender a los lesionados, curar a los enfermos y traer niños al mundo, el personal médico nepalí y los equipos internacionales se esfuerzan por prestar servicios sanitarios en el distrito de Sindhupalchok, totalmente asolado por el seísmo.
En Chautara, la capital del distrito, a unos 320 kilómetros al nordeste de Katmandú, el principal hospital quedó muy dañado en el terremoto del 25 de abril. La OMS, con el apoyo de equipos médicos extranjeros, en particular la Cruz Roja de Noruega, se ha movilizado. Ha organizado el despliegue de una unidad médica móvil de 60 camas para ofrecer un amplio conjunto de servicios de salud esenciales, desde curar heridas y recolocar huesos rotos, a traer niños al mundo y dispensar medicamentos desde una bien surtida farmacia.
«El distrito más afectado de Nepal»
«El distrito de Sindhupalchok es el más afectado de Nepal, con más de 2000 víctimas mortales y un número de heridos mucho mayor», comenta la Dra. Elena Mulmi, médico del Hospital de Distrito de Chautara. «Nuestro hospital ha quedado totalmente dañado y nos hemos trasladado aquí», añade, señalando una serie de carpas y otros cobijos provisionales que sirven de clínica. Entre las estructuras temporales hay una carpa de grandes dimensiones con los colores del arco iris, apodada «el circo» por los lugareños.
«No pudimos traer de nuestro hospital todo el equipo para curar heridas y efectuar suturas, pero el nuevo hospital móvil está bien equipado. Tienen previsto llevar a cabo cirugía ortopédica, y ya han aceptado algunos pacientes», explica. «Estoy segura de que los habitantes de Sindhupalchok se beneficiarán mucho de este hospital».
La Cruz Roja de Noruega envió a Chautara un equipo nutrido, con médicos, enfermeros y expertos en logística. Sin embargo, Ranveig Tveitnes, jefa de equipo adjunto del hospital móvil, comenta que el ingrediente fundamental es la colaboración con el personal sanitario de la zona.
«La primera semana después del terremoto los médicos nepalíes trabajaron en una clínica provisional cercana; e hicieron un trabajo excelente», comenta. «Ahora se están integrando con nosotros. Sus médicos y enfermeros han empezado a trabajar con los nuestros. Su farmacéutico se ocupa de nuestra farmacia. Trabajamos como un solo equipo».
Dificultades para poner en marcha un nuevo hospital móvil
Ranveig comenta que su equipo tuvo algunas dificultades para poner en marcha el nuevo hospital móvil. Hubo que esperar varios días para que el material y los suministros médicos pasaran por el congestionado aeropuerto de Katmandú, cuyo tráfico ha aumentado enormemente desde el terremoto. Y hacer llegar los materiales hasta el lejano municipio de Chautara significó circular por carreteras cubiertas de escombros que serpentean por una región muy montañosa. «Pero lo conseguimos. Tuvimos que despejar la carretera en varias ocasiones, y tardamos en llegar más de lo esperado, pero es un terremoto, ¿qué otra cosa cabe esperar?», señala.
En el hospital móvil se espera atender a más de 150 pacientes cada día. Entre los problemas sanitarios se encuentran la higiene y el saneamiento, así como el riesgo de brotes de enfermedades transmisibles, en particular diarreas, así como la dificultad para llegar a zonas remotas.
Es crucial la estrecha colaboración entre equipos nepalíes y extranjeros
La coordinación de los diferentes equipos médicos –nepalíes e internacionales– es fundamental, comenta el Dr. Ramesh Vikram Singh, Director de Salud para la Región Central de Nepal, donde se ubica el distrito de Sindhupalchok. «Muchos establecimientos sanitarios están dañados y los servicios cotidianos de hospital se han visto interrumpidos, lo cual es un grave problema», señala el Dr. Singh a la sombra del dañado hospital de distrito. «Ahora lo que nos preocupa es el daño de los servicios de salud periféricos».
Para solucionar este problema será necesario que los equipos extranjeros y nepalíes sigan colaborando estrechamente, indica el Dr. Ian Norton, jefe de la iniciativa de equipos médicos extranjeros de la OMS. En su opinión es fundamental combinar los conocimientos especializados y locales de los nepalíes con las competencias, logística y experiencia en emergencias de la Cruz Roja noruega.
«Pronto empezaremos a ver un solo equipo –el nepalí y la Cruz Roja noruega– trabajando conjuntamente en Chautara y en las aldeas de los alrededores», señala el Dr. Norton mientras inspecciona la clínica móvil.
El trabajo en equipo será fundamental con la llegada de la estación del monzón, en la que con la interrupción de los sistemas de higiene y saneamiento aumentará el riesgo de incidencia de enfermedades transmisibles, en particular la diarrea. La OMS está reforzando su presencia en el distrito con el envío de más personal como parte de la respuesta del sistema de las Naciones Unidas a las necesidades humanitarias en Sindhupalchok.