En Sierra Leona, el uso de equipos de respuesta rápida y la fuerte participación de la comunidad para detectar casos de ebola y personas que hayan estado en contacto con el virus está dando buenos resultados. Por primera vez desde que se inició el brote de la enfermedad, ha transcurrido ya una semana epidemiológica sin nuevos casos.
"Esto es una muy buena noticia, pero tenemos que seguir con este trabajo intenso con las comunidades para detectar posibles nuevos casos de manera temprana y poner rápidamente freno a toda posible transmisión del virus del Ebola", dijo el Dr. Anders Nordstrom, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Sierra Leona.
La respuesta frente a la crisis del ebola ha pasado a la "fase 3", que se centra en el seguimiento de cada una de las cadenas de transmisión del virus y en la interrupción de las cadenas existentes tan rápido como sea posible. En la actualidad en Sierra Leona queda una sola cadena de transmisión, que se inició en Freetown pero provocó la aparición de un conglomerado de casos en Tonkolili, en la región norte del país.
El rastreo eficaz de las cadenas de transmisión supone encontrar a todas las personas que hayan estado en contacto con alguien comprobadamente infectado con ebola, controlarlos de cerca durante 21 días para detectar la aparición de síntomas y trasladarlos rápidamente a un centro de tratamiento si desarrollan síntomas que podrían ser de ebola.
En Tonkolili, un joven que trabajaba en Freetown pero volvía todos los meses a su pueblo natal para llevar alimentos y dinero a su familia extendida, murió en el hospital donde se lo estaba tratando por paludismo. Como con todos los fallecidos, para evitar que algún caso de ebola pase inadvertido, se le realizó un frotis, que dio positivo.
Tonkolili no había tenido casos de enfermedad por el virus del Ebola durante más de 150 días, pero las enseñanzas aprendidas durante el brote de diciembre de 2014 no se habían olvidado. El Gobierno, la OMS y otros asociados internacionales y de las Naciones Unidas enviaron al distrito un equipo de respuesta rápida y trabajaron con el jefe del poblado y con su grupo de tareas para identificar y controlar a todos los que hubieran estado en contacto con el joven.
Posteriormente se puso en cuarentena a todo el poblado de Massessehbeh durante 21 días, y lo mismo se hizo con el Hospital Masenga, donde murió el joven. Se instaló un servicio de abastecimiento de agua en el pueblo y se envió comida todos los días. Diversos trabajadores psicosociales y expertos en movilización social brindaron información y apoyo, mientras que los rastreadores de contactos controlaron diariamente a todos los habitantes para detectar síntomas de ebola.
Otras dos personas, ambas de la familia del joven fallecido, desarrollaron síntomas y dieron positivo para el ebola. Se los atendió en el Centro de Tratamiento del Ebola de International Medical Corps (IMC), que estaba en estado de alerta. Allí fueron tratados por un equipo que incluía sobrevivientes del ebola, quienes les proporcionaron gran parte de la atención médica y psicológica que necesitaban. Ambos están ahora en recuperación.
El viernes pasado, se levantó la cuarentena de 595 personas en Tonkolili, entre las que figuraban miembros de la comunidad y pacientes, embarazadas, enfermeros, médicos y demás personal, que recibieron el alta el viernes por la mañana en el hospital donde habían estado confinados durante 21 días. Ese mismo día, se celebró en Massessehbeh una ceremonia oficial en la que el presidente de Sierra Leona cortó formalmente la cinta de la cuarentena.
En un clima de alegría, los pobladores traspasaban las cintas cortadas, las mujeres se tomaban de las manos para bailar junto a la calle, los niños golpeaban botellas de agua al compás de los cantos y los bailes. Sin embargo, no fue una ocasión de festejo para todos. Aún hay 43 personas que permanecerán en cuarentena hasta fines de esta semana y otras 38 estarán en cuarentena en Freetown hasta el 29 de agosto.