Los Estados Miembros de la OMS adoptaron hoy una nueva estrategia contra el paludismo para 2016-2030 y aprobaron el presupuesto por programas 2016-2017 de la Organización.
Estrategia mundial contra el paludismo
La estrategia tiene por objeto reducir en un 40% la carga mundial de morbilidad para 2020, y en al menos un 90% de aquí a 2030. También tiene por objeto eliminar el paludismo en al menos 35 nuevos países de aquí a 2030.
Entre 2000 y 2013, la tasa mundial de mortalidad por paludismo cayó un 47%. La importante ampliación del conjunto de intervenciones antipalúdicas básicas recomendadas por la OMS –el control vectorial, la quimioprevención, las pruebas diagnósticas y el tratamiento– ha demostrado ser costoeficaz y eficiente. No obstante, millones de personas siguen sin poder acceder a la prevención y el tratamiento de la enfermedad, y la mayoría de los casos y las defunciones continúan sin registrarse ni notificarse. Se calcula que en 2013 el paludismo provocó la muerte de unas 584 000 personas.
La nueva estrategia, cuya finalidad es aprovechar los recientes logros para reducir drásticamente esa cifra, ha sido elaborada en consulta con los países endémicos y con asociados, y proporciona un marco completo para que los países puedan desarrollar programas adaptados a sus necesidades y que respalden y aceleren los avances hacia la eliminación del paludismo.
La estrategia se basa en tres grandes elementos: lograr el acceso universal a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del paludismo; acelerar los esfuerzos por eliminar el paludismo y alcanzar el estado exento de paludismo, e intensificar la vigilancia del paludismo. En ella se destaca la importancia de la innovación y la investigación y la necesidad fundamental de compromiso político, financiación sostenible, sistemas de salud robustos y colaboración entre los distintos sectores.
Presupuesto por programas 2016-2017
Asimismo, los Estados Miembros aprobaron el presupuesto por programas para 2016-2017 de la OMS, que asciende a US$ 4384,9 millones. Esa cifra incluye un incremento de US$ 236 millones con respecto al presupuesto por programas 2014-2015 cuyo objetivo es atender a las necesidades de los países; aprovechar la experiencia adquirida durante el brote de ebola; aportar una respuesta a las prioridades emergentes, como las relacionadas con la resistencia a los antimicrobianos, la salud y medio ambiente, el paludismo y la hepatitis viral, y aplicar las resoluciones adoptadas por la Asamblea de la Salud y los comités regionales de la OMS. Los recursos adicionales se utilizarán también para continuar reforzando la transparencia, mejorar la gestión de los riesgos y fortalecer la rendición de cuentas.