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Cólera - República Democrática del Congo

10 de febrero de 2023

Descripción de la situación

Resumen de la situación

El cólera es endémico en la parte oriental de la República Democrática del Congo, en particular en las provincias de Ituri, Kivu del Norte, Kivu del Sur y Tanganica, donde se notifican casos a lo largo del año.

El 14 de diciembre de 2022, el Gobernador de la provincia de Kivu del Norte declaró oficialmente una epidemia de cólera, después de que se aislara Vibrio cholerae en 140 de las 247 muestras recogidas de casos sospechosos en la zona de salud de Nyiragongo.

A 4 de febrero de 2023, se han notificado en total 4386 casos de cólera (de los cuales 1009 se han confirmado mediante pruebas de laboratorio) con 16 muertes (tasa de letalidad del 0,4%).

Se ha puesto en marcha una respuesta comunitaria multisectorial, que incluye una campaña de vacunación contra el cólera.

Habida cuenta del frágil contexto en el que se está produciendo este brote, los conflictos armados en curso con sus consiguientes desplazamientos, las epidemias simultáneas, unos niveles inadecuados de acceso a la atención de la salud, la mala calidad del agua potable, las condiciones higiénicas y sanitarias, y los movimientos de población entre las zonas de salud afectadas y los países vecinos (como Rwanda y Uganda), la OMS evalúa el riesgo que plantea este brote como alto a nivel nacional y regional, y bajo a nivel mundial. 

Descripción de la situación

El cólera es endémico en varias provincias de la República Democrática del Congo.

Sin embargo, desde mediados de noviembre hasta finales de 2022, se ha producido un repunte en el número de casos de cólera notificados en las zonas de salud de Nyiragongo y Karisimbi, en la provincia de Kivu del Norte. Desde entonces, los casos registrados han mostrado una tendencia descendente (figura 1).

Figura 1. Número de casos de cólera (sospechosos y confirmados) notificados en las zonas de salud de Nyiragongo y Karisimbi. Fuente: lista detallada de las zonas de salud de Nyiragongo y Karisimbi.

En Nyiragongo, el número de nuevos casos de cólera (sospechosos y confirmados) aumentó, pasando de 51 en la semana 47 (21-27 de noviembre) a 556 en la semana 50 (12-18 de diciembre) del año 2022, y a 683 en la semana 52 (26 de diciembre de 2022-1 de enero de 2023).

El 14 de diciembre de 2022, el Gobernador de la provincia de Kivu del Norte declaró oficialmente una epidemia de cólera, después de que el laboratorio local de Goma aislara Vibrio cholerae en las heces de 140 casos de la zona de salud de Nyiragongo.

A 4 de febrero de 2023, se han notificado en total 4386 casos de cólera (1009 confirmados en laboratorio; 23%) con 16 muertes (tasa de letalidad del 0,4%), de los cuales 4011 (91,5%) corresponden a Nyiragongo y 375 (8,5%), a Karisimbi. En la zona de salud de Nyiragongo, el grupo de edad más afectado es el de 5 a 14 años (30,1%), seguido por el de 1 a 4 años (29,7%) y el de 15 a 29 años (16,6%); los niños menores de 1 año representan el 8% de los casos.

En total, 15 áreas de salud, siete de las cuales se encuentran en la zona de salud de Nyiragongo (Kanyaruchinya, Kibati, Kiziba, Mudja, Munigi, Ngangi III y Turunga) y ocho, en la de Karisimbi (Baraka, Bujovu, Kasika, Katoyi, Majengo, Methodiste Mugunga y Muugano Solidarite), están actualmente afectadas por la epidemia de cólera.

En la zona de salud de Nyiragongo, el área de salud de Kanyaruchinya es la más afectada, con un 73,3% de todos los casos sospechosos de cólera notificados en Nyiragongo. En la zona de salud de Karisimbi, el área de salud metodista es la más afectada, con el 59,4% de todos los casos, seguida de las de Baraka y Lasika (que representan el 7,3% de los casos de la zona de salud de Karisimbi).

Figura 2. Número acumulado de casos de cólera (sospechosos y confirmados) por área de salud en las zonas de salud de Niyragongo y Karisimbi, a 4 de febrero de 2023. Fuente: División Provincial de Salud de Kivu del Norte. 

El brote de cólera está afectando principalmente a la población de desplazados internos: el 97% de los casos notificados en la zona de salud de Nyiragongo se dan entre esta población, mientras que en el área de salud metodista de la zona de salud de Karisimbi, donde se encuentra el campo de desplazados internos de Don Bosco, el porcentaje es del 59%.

No obstante, el brote también se está propagando por las comunidades circundantes, donde casi un 3% de los casos en la zona de salud de Nyiragongo y un 41% de los casos en la zona de salud de Karisimbi afectan a miembros de la comunidad de acogida.

Epidemiología del cólera

El cólera es una infección entérica aguda causada por la ingestión de la bacteria Vibrio cholerae presente en agua o alimentos contaminados. Está vinculado principalmente a un acceso insuficiente a agua potable salubre y a un saneamiento inadecuado. Se trata de una enfermedad extremadamente virulenta que puede causar diarrea líquida aguda grave con una elevada morbilidad y mortalidad, y que puede propagarse rápidamente, dependiendo de la frecuencia de la exposición, la población expuesta y el entorno. El cólera afecta tanto a niños como a adultos y puede ser mortal si no se trata.

El periodo de incubación oscila entre 12 horas y cinco días después de la ingestión de alimentos o agua contaminados. La mayoría de las personas infectadas por Vibrio cholerae no presentan síntomas, aunque las bacterias permanecen en sus heces entre 1 y 10 días después de la infección y vuelven al medio ambiente, pudiendo infectar a otras personas. La mayoría de las personas que presentan síntomas tienen cuadros leves o moderados, mientras que una minoría padece diarrea líquida aguda y vómitos con deshidratación grave. El cólera es una enfermedad fácilmente tratable. La mayoría de las personas pueden ser tratadas con éxito mediante la administración rápida de sales de rehidratación oral.

Las consecuencias de una crisis humanitaria –como la interrupción de los sistemas de agua y saneamiento, o el desplazamiento de poblaciones hacia campos que no reúnen las debidas condiciones y donde están hacinados– pueden aumentar el riesgo de transmisión del cólera, en caso de que la bacteria ya esté presente o se introduzca.

Un enfoque multisectorial que incluya una combinación de vigilancia, agua, saneamiento e higiene (ASH), movilización social, tratamiento y vacunas orales contra el cólera es esencial para controlar los brotes de esta enfermedad y reducir el número de muertes.

Epidemiología de la enfermedad

Cholera is an acute enteric infection caused by ingesting the bacteria Vibrio cholerae present in contaminated water or food. It is mainly linked to insufficient access to safe drinking water and inadequate sanitation. It is an extremely virulent disease that can cause severe acute watery diarrhoea resulting in high morbidity and mortality, and can spread rapidly, depending on the frequency of exposure, the exposed population and the setting. Cholera affects both children and adults and can be fatal if untreated.

The incubation period is between 12 hours and five days after ingestion of contaminated food or water. Most people infected with V. cholerae do not develop any symptoms, although the bacteria are present in their faeces for 1-10 days after infection and are shed back into the environment, potentially infecting other people. The majority of people who develop symptoms have mild or moderate symptoms, while a minority develop acute watery diarrhoea and vomiting with severe dehydration. Cholera is an easily treatable disease. Most people can be treated successfully through prompt administration of oral rehydration solution (ORS).

The consequences of a humanitarian crisis – such as disruption of water and sanitation systems, or the displacement of populations towards inadequate and overcrowded camps – can increase the risk of cholera transmission, should the bacteria be present or introduced.

A multisectoral approach including a combination of surveillance, water, sanitation and hygiene (WASH), social mobilization, treatment, and oral cholera vaccines is essential to control cholera outbreaks and to reduce deaths.

Respuesta de salud pública

Coordinación: se ha establecido una coordinación multisectorial a nivel provincial y se celebran reuniones diarias de coordinación en Kaniyaruchinya (zona de salud de Nyiragongo). En la oficina de la OMS se activó el sistema de gestión de incidentes. Se ha elaborado un plan de preparación y respuesta presupuestado y varios asociados participan en la respuesta, entre ellos la OMS, que apoya a la División Provincial de Salud (DPS) en la ejecución de la respuesta del sector de la salud en colaboración con el Ministerio de Salud y los demás asociados, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Médicos Sin Fronteras (MSF), el UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y Save the Children.

Vigilancia epidemiológica y laboratorio: la División Provincial de Salud de Kivu del Norte ha creado una comisión de vigilancia y laboratorio con el apoyo de la OMS y otros asociados. La OMS ha formado y equipado con computadoras a cuatro gestores de datos. Se ha impartido capacitación sobre definición de casos a trabajadores de la salud y a los agentes de salud comunitarios; también se ha formado a los equipos de investigación en la búsqueda activa de casos. Se están realizando actividades de vigilancia, como la detección activa de casos, la notificación de alertas y su investigación, y el rastreo y seguimiento de contactos. Diariamente se recogen datos de los Puntos de Rehidratación Oral (PRO), las Unidades de Tratamiento del Cólera (UTC) y los Centros de Tratamiento del Cólera (CTC). También se extraen periódicamente muestras de los casos sospechosos notificados fuera de la zona del brote para evaluar la extensión de la epidemia. Los datos se analizan a diario y se comparten con los asociados para la toma de decisiones operativas. La OMS también ayudó al Instituto Nacional de Investigación Biológica de Goma con el transporte de muestras.

Gestión de casos: la OMS y sus asociados ayudaron a establecer 56 PRO en emplazamientos de desplazados internos, cuatro UTC (Kibati, Kanyarucinya, Kahembe y Don Bosco) y dos CTC (Munigi, Kiziba) en las áreas de salud más afectadas, con una capacidad total de 205 camas. Asimismo, la OMS y sus asociados brindaron apoyo a la prestación gratuita de atención de la salud básica en las estructuras de salud funcionales de las dos zonas de salud afectadas, a fin de garantizar el mantenimiento de los servicios de salud esenciales para las poblaciones vulnerables.

Prevención y control de las infecciones (PCI)/Agua, saneamiento e higiene (ASH): la División Provincial de Salud de Kivu del Norte ha constituido la comisión PCI/ASH, que cuenta con el apoyo de diversos asociados, entre ellos la OMS y el UNICEF. Equipos capacitados se encargan de la descontaminación sistemática de los hogares y los espacios públicos. También se imparte formación para realizar entierros seguros y dignos. En los asentamientos de desplazados internos se han instalado 1706 letrinas, 293 duchas, 91 lavamanos y 62 pozos. El suministro regular de agua se realiza a través de cisternas. Además, los trabajadores de la salud y el personal de higiene reciben periódicamente capacitación en prácticas de PCI.

Comunicación de riesgos y participación de la comunidad: se organizaron varias reuniones de concienciación con líderes comunitarios y autoridades político-administrativas. Se ha capacitado a trabajadores comunitarios para concienciarlos sobre el cólera, y las medidas preventivas se comunican puerta a puerta y en sesiones públicas con la población afectada.

Vacunación: a nivel nacional, se organizaron reuniones de coordinación a fin de preparar la campaña de inmunización contra el cólera en las dos zonas de salud afectadas. La OMS brindó apoyo al Ministerio de Salud para movilizar, desde el Grupo Internacional de Coordinación, 364 137 dosis de vacunas anticoléricas orales en las dos zonas de salud afectadas. Con ayuda de la Alianza Gavi, después de que el Gobernador de la provincia de Kivu del Norte la pusiera en marcha el 25 de enero de 2023, la campaña de vacunación oral contra el cólera en tres zonas de salud de la División Provincial de Salud de Kivu del Norte (incluidos los emplazamientos de desplazados internos) se llevó a cabo entre el 25 y el 30 de enero de 2023 y, del objetivo de 364 137 personas mayores de un año, se inmunizó en total a 351 207, es decir, una cobertura parcial del 96,4%.

Evaluación del riesgo por la OMS

El cólera es endémico en algunas zonas de la República Democrática del Congo. En 2022, según los datos del Sistema Nacional de Vigilancia y Respuesta Integrada para las Enfermedades, en la República Democrática del Congo se notificaron en total 18 403 casos sospechosos de cólera, incluidas 302 muertes (tasa de letalidad del 1,6%), en 104 zonas de salud de 19 de las 26 provincias del país.

Sin embargo, la epidemia actual muestra un rápido recrudecimiento en un contexto frágil como el de los campos de desplazados internos.

La República Democrática del Congo vive desde hace años varios conflictos armados y comunitarios, sobre todo en el este, que han sumido al país en una crisis humanitaria y de salud sin precedentes.

Debido a los enfrentamientos armados internos, que se intensificaron en 2022, cerca de 450 857 nuevos desplazados internos llegaron a Kivu del Norte (que ya acoge a 1,9 millones de desplazados internos). De ellos, el 53,4% (240 579) están alojados en el territorio de Nyiragongo y, en particular, el 97,7% (235 111) en emplazamientos ad hoc para ellos, que se caracterizan por las condiciones de hacinamiento, las malas condiciones de higiene y saneamiento y un acceso muy limitado a agua potable, letrinas y servicios de salud básicos. Además, periódicamente se observan movimientos de población entre las zonas de salud afectadas y las demás zonas de salud de la provincia de Kivu del Norte, así como del resto del país, donde la población también tiene un acceso limitado al agua potable y a unas buenas condiciones de higiene y saneamiento, así como a establecimientos de salud.

A esto se añade que la actual estación de lluvias puede favorecer la propagación de la epidemia en otras zonas de salud.

En vista de los conflictos armados en curso, es probable que continúen los desplazamientos, lo que empeorará el contexto humanitario y las vulnerabilidades de las poblaciones, como la necesidad de servicios sociales básicos. Esta situación se produce en un contexto de fragilidad del sistema de salud; ataques recurrentes a las infraestructuras hospitalarias y menor disponibilidad de los servicios. El país también se enfrenta a otros brotes epidémicos (COVID-19, fiebre amarilla, poliomielitis, sarampión, viruela símica, meningitis, etc.) y los recursos humanos, materiales y financieros son muy escasos.

No se puede descartar el riesgo de que el cólera se propague a los países vecinos. De hecho, hay movimientos de población entre las zonas de salud afectadas y los países colindantes, entre ellos Rwanda y Uganda.

Las zonas de salud afectadas lindan con la ciudad de Goma, que cuenta con un aeropuerto internacional. Los países de la subregión de los Grandes Lagos (Rwanda, Uganda, Burundi), que son los más expuestos al riesgo de importar el cólera desde los actuales focos epidémicos de Kivu del Norte, tienen niveles inadecuados de acceso a la atención de la salud, así como un agua potable de mala calidad y unas condiciones higiénicas y de saneamiento deficientes. Burundi también sufre una epidemia de cólera, con 120 casos sospechosos y un fallecido notificados a 7 de febrero de 2023. Esta epidemia afecta a la ciudad de Buyumbura, situada a orillas del lago Tanganica, en la frontera con Kivu del Sur, donde se producen movimientos de población transfronterizos.

El brote tiene lugar en un contexto de aumento de los brotes de cólera en todo el mundo, lo que ha limitado la disponibilidad de vacunas, pruebas y tratamientos.

A tenor del escenario descrito, la OMS evalúa el riesgo que plantea este brote como alto a nivel nacional y regional, y bajo a nivel mundial.

Consejos de la OMS

Para combatir el cólera y reducir la mortalidad es esencial adoptar un enfoque múltiple. Las medidas utilizadas combinan la vigilancia, la mejora del suministro de agua, el saneamiento y la higiene, la movilización social, el tratamiento de la enfermedad y las vacunas orales contra el cólera. Se aconseja a los países afectados por el cólera que refuercen la vigilancia de la enfermedad y la preparación nacional para detectar y responder rápidamente a posibles brotes.

La OMS recomienda mejorar el acceso a la gestión adecuada y puntual de los casos de cólera, aumentar el acceso al agua potable y a las infraestructuras de saneamiento, así como reforzar la prevención y el control de las infecciones en los establecimientos de salud. Estas medidas, junto con la promoción de prácticas higiénicas preventivas y de la inocuidad de los alimentos en las comunidades afectadas, son los medios más eficaces para controlar el cólera. Se necesitan estrategias eficaces de comunicación de riesgos y participación de la comunidad para fomentar el cambio de comportamiento y la adopción de medidas preventivas adecuadas.

Las medidas encaminadas a mejorar las condiciones ambientales incluyen la aplicación de soluciones sostenibles a largo plazo para el abastecimiento de agua y en materia de saneamiento e higiene en las zonas propensas al cólera. Estas intervenciones también pueden prevenir, además del cólera, una amplia variedad de enfermedades adicionales que se transmiten por el agua y contribuir a la consecución de objetivos en materia de educación y de lucha contra la pobreza y la malnutrición. Las soluciones para el abastecimiento de agua y en materia de saneamiento e higiene relacionadas con el cólera están en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Durante un brote de cólera es fundamental acceder rápidamente al tratamiento. La rehidratación oral debería estar disponible en las comunidades y no únicamente en los grandes establecimientos de salud que pueden ofrecer perfusiones y tratamiento en cualquier momento. Con una atención rápida y adecuada, la tasa de letalidad debería mantenerse por debajo del 1%.

La movilización comunitaria debe seguir siendo parte integral de la respuesta y ha de incluir información sobre los síntomas del cólera, las precauciones que conviene tomar para protegerse de la enfermedad y la necesidad de buscar atención médica con prontitud cuando aparezcan los síntomas.

La vacunación oral contra el cólera debe utilizarse junto con mejoras en materia de agua y saneamiento para controlar los brotes de cólera y con fines de prevención en zonas específicas conocidas por su alto riesgo de cólera.

La OMS recomienda a los Estados Miembros que refuercen y mantengan la vigilancia del cólera, especialmente a nivel comunitario, para detectar precozmente los casos sospechosos y proporcionar un tratamiento adecuado y prevenir su propagación. El tratamiento temprano y adecuado limita la tasa de letalidad de los pacientes a menos del 1%.

Teniendo en cuenta la información disponible, la OMS no recomienda aplicar restricciones a los viajes a la República Democrática del Congo, ni al comercio con ese país.

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