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Fiebre amarilla - Región de África

20 de marzo de 2024

Resumen de la situatión

Desde principios de 2023, y al del 25 de febrero de 2024, 13 países de la Región de África de la OMS han documentado casos probables y confirmados de fiebre amarilla, a saber: Burkina Faso, Camerún, Chad, Côte d'Ivoire, Guinea, Níger, Nigeria, República Centroafricana, República del Congo, República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Togo y Uganda. Los datos preliminares correspondientes a 2023 indican una tasa de letalidad del 11%. Si bien el riesgo general a escala regional se reevaluó como moderado y el riesgo a escala mundial sigue siendo bajo, es necesario llevar a cabo una vigilancia activa debido a la posibilidad de transmisión posterior a través de los viajes y a la presencia del vector competente en las regiones vecinas. La proliferación urbana de los mosquitos del género Aedes spp., que pican durante el día, también puede amplificar significativamente los riesgos de transmisión, especialmente en zonas densamente pobladas, lo que puede provocar rápidamente brotes. La secretaría de la Estrategia mundial para la eliminación de las epidemias de fiebre amarilla (EYE), dirigida por la OMS, coordinó los esfuerzos preventivos y reactivos y, en particular, durante 2023, mejoró sustancialmente la cobertura vacunal. Aproximadamente se han vacunado 62 millones de personas en África en campañas masivas de vacunación preventiva y reactiva. Además, en el marco de las campañas de puesta al día de la vacunación en el Sudán, aproximadamente 4 millones de personas recibieron la vacuna contra la fiebre amarilla.

Descripción de la situación

Desde principios de 2023, y al del 25 de febrero de 2024, 13 países de la Región de África de la OMS han documentado casos probables y confirmados de fiebre amarilla, a saber: Burkina Faso, Camerún, Chad, Côte d'Ivoire, Guinea, Níger, Nigeria, República Centroafricana, República del Congo, República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Togo y Uganda.

Los datos preliminares correspondientes a 2023 indican una tasa de letalidad del 11% y una proporción entre los sexos de 1,7 (hombres: mujeres). La mediana de edad de los casos es de 25 años, y dos tercios (69%) de los casos tienen más de 15 años. En muchos países afectados existe una capacidad de vigilancia subóptima, con fragmentación de los datos, integración limitada en los sistemas clínicos y de vigilancia sistemática, y falta de definiciones normalizadas de casos, lo que contribuye a la falta de notificación y al aumento de las tasas de mortalidad.

Durante el último trimestre de 2023 y al 25 de febrero de 2024, ocho países (Camerún, Chad, Congo, República Democrática del Congo, Guinea, Níger, Nigeria y Sudán del Sur) han notificado la transmisión activa de la fiebre amarilla con casos confirmados de fiebre amarilla (cuadro 1). Estos países han puesto en marcha actividades de planificación de la respuesta.

El Chad, Gabón, el Níger, Nigeria y Togo** están actualmente a la espera de la clasificación final de las muestras positivas de la prueba de neutralización por reducción de placa de laboratorio (PRNT) de fiebre amarilla.

Camerún: en las semanas que finalizaron el 22 de octubre y el 13 de noviembre de 2023 se confirmaron tres casos de fiebre amarilla mediante pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). El país registró casos probables y confirmados de fiebre amarilla de forma constante a lo largo de 2023, a partir de la semana que finalizó el 29 de enero de 2023.

Chad: el 18 de enero de 2024 se notificó un caso de fiebre amarilla positivo por PCR con serología negativa en un paciente del que se tomaron muestras el 10 de octubre de 2023 en el distrito de Leré, en la región de Mayo-Kebbi Ouest.

República del Congo: hay casos pendientes de clasificación ante las autoridades de salud nacionales. En febrero de 2024 no se disponía de más información.

República Democrática del Congo: el 18 de diciembre de 2023 se notificó un caso positivo de fiebre amarilla por PCR cuyo estado de vacunación se desconoce. Además, se registraron nueve casos positivos por PRNT; se desconoce el estado de vacunación respecto de ocho de ellos y se carece de información en las historias clínicas respecto de uno de ellos.

Guinea: se confirmaron por PCR tres casos positivos de fiebre amarilla en el Instituto Pasteur de Dakar (IPD). Estos casos se notificaron el 17 de octubre y el 23 de diciembre de 2023 en una niña de 6 años de la región de Faranah, un niño de 7 años del distrito de salud de Koundara (muestra recogida el 6 de diciembre) y una mujer de 60 años del distrito de Guiéckédou (muestra recogida el 15 de diciembre), que representan tres de las siete regiones del país. Cabe destacar que estos casos se producen menos de tres años después de que se confirmaran casos en el distrito de salud de Koundara en 2020 y 2021.

Níger: caso notificado en la ciudad de Tahoua, departamento de Tahoua, durante la primera semana de enero de 2024. En febrero de 2024 no se disponía de más información. Hay investigaciones en curso.

Nigeria: en enero de 2024 se notificó un caso positivo de fiebre amarilla por PRNT en el estado de Lagos; se trataba de un hombre de 49 años que residía en una zona rural. Hay investigaciones en curso.

Sudán del Sur: el 24 de diciembre de 2023 se notificó un caso confirmado de fiebre amarilla tras la investigación de casos sospechosos y muertes por fiebre hemorrágica vírica. El caso, un varón de 24 años, presentaba fiebre, vómitos con sangre e ictericia. El 2 de febrero de 2024 se confirmaron otros dos casos. A fecha de 12 de febrero de 2024, Sudán del Sur notificó un total de 64 casos que cumplen la definición actual de brote de fiebre amarilla, los cuales incluían 61 casos sospechosos y 3 casos confirmados en 6 de los 10 condados del estado de Ecuatoria Occidental: los condados de Yambio (33), Nzara (9), Tambura (12), Ibba (4), Ezo (5) y Maridi (1). Entre los 61 casos sospechosos, había seis muertes sospechosas que se están investigando.

Figura 1. Distribución de los casos confirmados de fiebre amarilla en ocho países de la Región de África de la OMS notificados entre el 1 de octubre de 2023 (SE 40/2023) y el 21 de febrero de 2024 (SE 8/2024).


Cuadro 1. Clasificación de los casos confirmados de fiebre amarilla notificados por país de la Región de África de la OMS sobre la base de los resultados del laboratorio regional de referencia y los resultados de las sesiones de clasificación, desde el 1 de octubre de 2023 (SE 40/2023) hasta el 21 de febrero de 2024 (SE 8/2024).


Notas a pie de página:

PRNT: pruebas de neutralización por reducción de placas

RT-qPCR: reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscripción cuantitativa

Caso confirmado: caso confirmado de infección por el virus de la fiebre amarilla por un resultado positivo por RT-qPCR

* Cabe destacar que, durante 2023, el Camerún notificó 32 casos confirmados en las 10 regiones del país, incluidos 23 casos positivos por PRNT y nueve casos positivos por RT-PCR. De las seis muestras positivas por PRNT, cuatro fueron rechazadas. En particular, seis casos se clasificaron como confirmados dentro de la zona urbana densamente poblada de Douala durante las semanas epidemiológicas 8 a 38 de 2023.

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** Sírvase tomar nota de que un caso en el Togo está pendiente de clasificación

Togo - SE 5 (29 de enero de 2024) - durante la SE 5, una niña de 7 años acudió al centro de salud con fiebre e ictericia, sin otros síntomas. La niña había sido vacunada contra la fiebre amarilla hacía cinco años y no tenía antecedentes de viaje. Los resultados de laboratorio dieron positivo en una prueba de diagnóstico rápido para paludismo, por lo que fue tratada en consecuencia. Además, presentó un resultado de PRNT para fiebre amarilla de 1/60. La niña se recuperó completamente de los síntomas.   Este caso está pendiente de ser clasificado por el Ministerio de Salud.

Epidemiología de la enfermedad

La fiebre amarilla es una enfermedad epidemiógena transmitida por mosquitos que se puede prevenir mediante vacunación. El patógeno que la causa es un arbovirus que se transmite a los seres humanos principalmente a través de las picaduras de mosquitos Aedes spp. y Haemagogus spp. infectados. El periodo de incubación oscila entre tres y seis días. Aunque la mayoría de los infectados no presentan síntomas, algunos tienen fiebre, mialgias acompañadas de dolor de espalda intenso, cefalea, inapetencia y náuseas o vómitos. En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen en tres o cuatro días. Una pequeña proporción de ellos evolucionan hacia la fase tóxica, con infección sistémica y afectación hepática y renal. Estos pacientes pueden presentar síntomas más graves: fiebre alta, dolor abdominal, vómitos, ictericia y coluria debido a la afectación hepática y renal. Puede haber sangrado por la boca, nariz, ojos o estómago. Aproximadamente la mitad de los casos con síntomas graves pueden fallecer en un plazo de 7 a 10 días.

La fiebre amarilla se puede prevenir con una vacuna eficaz, segura y asequible. Una sola dosis es suficiente para obtener inmunidad persistente y protección de por vida. No son necesarias dosis de recuerdo. La vacuna proporciona una inmunidad efectiva al cabo de 10 días en el 80-100% de las personas vacunadas, y al cabo de 30 días en más del 99%.

Respuesta de salud pública

Para responder a los brotes de fiebre amarilla, se han organizado medidas regionales y nacionales de salud pública en varios ámbitos.

Coordinación: los países han elaborado y puesto en marcha planes nacionales de respuesta destinados a hacer frente a los brotes de fiebre amarilla, centrándose en las medidas preventivas, la mejora de la vigilancia y las campañas de vacunación reactiva. Conforme a su estrategia, la secretaría de la estrategia EYE dirigió la coordinación de esfuerzos preventivos y reactivos significativos y, en particular, durante 2023, mejoró sustancialmente la cobertura vacunal. Aproximadamente 62 millones de personas en África están protegidas a través de campañas masivas de vacunación preventiva y reactiva. Además, aproximadamente 17,4 millones de niños están protegidos a través de la inmunización sistemática en África. La Oficina Regional de la OMS para África, junto con la secretaría de la estrategia EYE, presta apoyo a los países en sus esfuerzos por prevenir y responder a los brotes de fiebre amarilla.

Vigilancia: en algunos países, como el Camerún, Guinea y la República Centroafricana, se han intensificado los esfuerzos para mejorar sus sistemas de detección precoz y seguimiento de casos. Esto incluye realizar análisis de las causas fundamentales para comprender los factores que impulsan los brotes y analizar las lagunas de inmunidad para identificar a los grupos de población vulnerables para los esfuerzos de vacunación específicos.

Gestión de casos y control de vectores: se han realizado mejoras respecto del desarrollo de capacidades para la gestión de casos clínicos y de las medidas de prevención y control a escala nacional en los países más afectados. También se han planificado actividades de control de vectores en zonas urbanas con casos confirmados de fiebre amarilla para frenar la propagación.

Pruebas de laboratorio: se han fortalecido de manera significativa las capacidades. Los laboratorios nacionales de referencia han mejorado las capacidades para realizar pruebas para anticuerpos IgM de fiebre amarilla y diagnósticos por PCR en algunos países, a lo que se suman pruebas de confirmación realizadas por laboratorios regionales de referencia. Este fortalecimiento se extiende a los niveles nacional y regional gracias a las operaciones de la estrategia EYE.

Vacunación: las campañas de vacunación constituyen un pilar crucial en la respuesta a los brotes de fiebre amarilla. En 2023, casi 62 millones de personas recibieron vacunas en el marco de la estrategia EYE: 57,2 millones de personas vacunadas a través de campañas masivas de vacunación preventiva en la República Democrática del Congo, Nigeria y Uganda, y 686 405 personas vacunadas en campañas reactivas en áreas como la República Centroafricana (Mbaiki), Guinea (distrito de Dabola y Dinguiraye) y el Níger (Gazaoua). Además, aproximadamente 4 millones de personas recibieron la vacuna contra la fiebre amarilla en el marco de las campañas de puesta al día de la vacunación en el Sudán. Todas las solicitudes de vacunación del Grupo Internacional de Coordinación del Suministro de Vacunas han sido atendidas con financiación y apoyo técnico, lo que ha garantizado un suministro oportuno de vacunas a los países afectados.

Comunicación de riesgos y participación de la comunidad: consiste en elaborar estrategias de comunicación específicas para aumentar la concienciación sobre los riesgos de la fiebre amarilla, las medidas preventivas y la importancia de la vacunación, especialmente dirigidas a los grupos de población con los que es difícil entrar en contacto, como los nómadas, los refugiados, los trabajadores forestales y los desplazados internos. Se está dando prioridad a la participación de estas comunidades, a fin de garantizar una comprensión cabal de los riesgos de la fiebre amarilla y los beneficios de la vacunación.

Este enfoque multifacético, que abarca la coordinación, la vigilancia, la gestión de casos, la mejora de los laboratorios, la vacunación, el control de vectores y la participación de la comunidad, pone de relieve los componentes esenciales de la respuesta de salud pública a los brotes de fiebre amarilla.

A pesar de estas medidas sólidas, siguen existiendo vulnerabilidades. Entre ellas cabe señalar el problema de los brotes simultáneos, que pueden desviar recursos y retrasar las iniciativas de respuesta, los problemas de vigilancia y laboratorio caracterizados por una logística inadecuada, una recogida de muestras deficiente y los largos plazos de respuesta para el diagnóstico, así como los retrasos observados en la vacunación reactiva tras la aparición de casos de fiebre amarilla y la presentación de solicitudes del Grupo Internacional de Coordinación.

Al 4 de marzo de 2024, la OMS presta apoyo técnico a las autoridades de salud nacionales de Burkina Faso, el Camerún, el Congo, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y Togo para evaluar la clasificación final de los casos.

Evaluación del riesgo por la OMS

En el marco de las actividades en curso para vigilar y responder a los brotes de enfermedades infecciosas, el 12 de febrero de 2024, la Organización Mundial de la Salud llevó a cabo una evaluación rápida del riesgo de fiebre amarilla. Su objetivo era reevaluar el riesgo regional actual de múltiples brotes de fiebre amarilla en curso, en el contexto de una reaparición de brotes de fiebre amarilla en países con antecedentes de campañas de vacunación preventiva y lagunas de inmunidad persistentes, incluidas las capacidades para apoyar la respuesta (por ejemplo, capacidades técnicas, suministro de vacunas y campañas de vacunación, laboratorio y apoyo a las operaciones y logística), y formular recomendaciones para una respuesta más eficaz y coordinada.

El riesgo general a escala regional se reevaluó como moderado sobre la base de varias causas concomitantes observadas en la región a pesar de los esfuerzos por controlar la propagación de la fiebre amarilla:

  • Número estable de brotes en curso en toda la región.
  • Persistencia de focos de población no inmunizada, aunque en los últimos años se hayan realizado esfuerzos considerables para proteger a la población a través de la prevención de la violencia de género y las campañas masivas de vacunación reactiva.
  • Detección de casos confirmados de fiebre amarilla en zonas urbanas, como la ciudad de Douala en el Camerún, que plantean riesgos significativos debido a la alta densidad de población y a las conexiones de viajes internacionales, teniendo en cuenta, no obstante, la mitigación del riesgo que proporciona una cobertura media de vacunación relativamente alta.
  • Riesgo de propagación transfronteriza, en particular por el brote en Sudán del Sur, que comparte fronteras con los países vecinos.
  • La capacidad limitada de vigilancia y laboratorio en determinadas regiones puede dar lugar a un retraso en la detección, a una subestimación del grado de extensión de la enfermedad y a una demora en la respuesta.
  • Desafíos persistentes en materia de respuesta con la clasificación de casos, la investigación y las operaciones de respuesta, los cuales se ven exacerbados por emergencias de salud simultáneas.
  • Los brotes paralelos ponen a prueba la capacidad de responder eficazmente a diferentes crisis de salud simultáneas, por ejemplo, sarampión, poliomielitis, viruela símica, cólera, difteria, hepatitis E, fiebre de Lassa y dengue. Estos desafíos se ven agravados por factores como la inseguridad alimentaria, las restricciones en materia de seguridad y los contextos humanitarios complejos. Además, el personal médico y de salud pública está sobrecargado y gestiona múltiples brotes paralelos junto con otras emergencias sanitarias.
  • Los factores socioeconómicos, los altos niveles de pobreza y la limitada asignación de recursos contribuyen a las dificultades para controlar eficazmente los brotes.

Si bien el riesgo a escala mundial sigue siendo bajo, es necesario llevar a cabo una vigilancia activa debido a la posibilidad de transmisión posterior a través de viajeros portadores del virus y a la presencia del vector competente en las regiones vecinas.

Aunque se han logrado avances en el control de los brotes, los desafíos y las vulnerabilidades actuales subrayan la necesidad de realizar esfuerzos sostenidos y coordinados para proteger la salud pública. El impacto en la salud pública persistirá hasta que se controlen los brotes en curso, la cobertura vacunal contra la fiebre amarilla sea alta y se cierren las brechas de inmunidad en la población. La importación de casos a países donde la cobertura no es óptima y que tienen deficiencias persistentes en la inmunidad de la población plantea un alto riesgo y puede poner en peligro los enormes esfuerzos invertidos para lograr la eliminación.

Consejos de la OMS

La fiebre amarilla es una enfermedad epidemiógena prevenible mediante vacunación y transmitida a los seres humanos por mosquitos infectados, en particular del género Aedes spp. y Haemagogus. La proliferación urbana de los mosquitos del género Aedes spp., que pican durante el día, puede amplificar significativamente los riesgos de transmisión, especialmente en zonas densamente pobladas, lo que puede provocar rápidamente brotes.

Vigilancia y coordinación: la OMS hace hincapié en la importancia de la vigilancia activa y la coordinación y el intercambio de información transfronterizos. La investigación y la realización de pruebas a los casos sospechosos son cruciales para el control y la prevención de brotes. Se recomienda reforzar la vigilancia, investigar los casos sospechosos y realizarles pruebas de laboratorio.

La vacunación como herramienta de prevención primaria: la vacunación es el principal medio para prevenir y controlar la fiebre amarilla. La estrategia EYE de la OMS da prioridad a la vacunación en los países que notifican casos de fiebre amarilla, integrándola en los calendarios de inmunización sistemática para las personas de 9 meses o más. Los viajeros que entran en países con riesgo de fiebre amarilla o salen de ellos deben presentar el certificado de vacunación, con exenciones específicas. La OMS apoya la ampliación de la cobertura vacunal a través de programas de vacunación sistemática y campañas masivas de vacunación para mejorar la inmunidad comunitaria.

Recomendaciones para viajeros internacionales: se recomienda a todos los viajeros internacionales de 9 meses o más que se desplacen a áreas con riesgo de transmisión de fiebre amarilla, según determine la OMS, que se vacunen. La vacuna se considera segura y eficaz, y ofrece protección de por vida. Sin embargo, la recomendación de vacunar a bebés menores de 9 meses y a mujeres embarazadas o lactantes está matizada, y se promueve la vacunación en escenarios de alto riesgo después de sopesar los beneficios frente a los posibles riesgos.

Aspectos reglamentarios y validez de las vacunas: en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (RSI 2005), los países tienen autonomía para exigir a los viajeros entrantes que presenten un certificado de vacunación contra la fiebre amarilla. El certificado internacional de vacunación o profilaxis debe documentar esta vacunación, cuya validez dura toda la vida de la persona vacunada. Las vacunas contra la fiebre amarilla aprobadas por la OMS garantizan inmunidad de por vida, lo que elimina la necesidad de dosis de refuerzo para los viajes internacionales.

Control de vectores y comunicación de riesgos: se recomienda un control eficaz de los vectores en entornos urbanos y estrategias generales para evitar las picaduras de mosquitos, con el fin de prevenir la transmisión de enfermedades. La OMS insta a los Estados Miembros a que informen a los viajeros sobre los riesgos de la fiebre amarilla y las medidas preventivas, y a que soliciten atención médica inmediata si aparecen síntomas. Este enfoque ayuda a prevenir el establecimiento de ciclos de transmisión local a través de viajeros infectados.

Viajes y comercio internacionales: la OMS desaconseja imponer restricciones a los viajes o al comercio en conexión con la fiebre amarilla. Se fomenta continuar educando a los viajeros sobre las medidas de prevención, incluida la vacunación.

Recomendaciones adicionales: dada la constante evolución de la transmisión de la fiebre amarilla, la OMS aconseja a los Estados Miembros que se mantengan al día de la información y las directrices más recientes disponibles en el sitio web de la OMS sobre viajes internacionales y salud. Se alienta a las autoridades de salud locales a que colaboren estrechamente con la OMS y otras partes interesadas pertinentes para aplicar medidas eficaces de prevención y control de la fiebre amarilla que garanticen la seguridad y el bienestar de las poblaciones en situación de riesgo.

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