Trastornos mentales

30 de septiembre de 2025

Datos y cifras

  • Casi una de cada siete personas en el mundo tiene un trastorno mental.
  • Los trastornos mentales pueden alterar gravemente la vida diaria y provocar sufrimiento duradero si no se tratan.
  • Hay muchos tipos diferentes de trastornos mentales.
  • Existen opciones eficaces de prevención y tratamiento.
  • La mayoría de las personas carecen de acceso a una atención eficaz.

Los trastornos mentales se caracterizan por una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo. Por lo general, van asociados a angustia o a discapacidad funcional en ámbitos importantes. Hay muchos tipos diferentes de trastornos mentales. También se denominan afecciones de salud mental, aunque este último término es más amplio y abarca los trastornos mentales, las discapacidades psicosociales y (otros) estados mentales asociados a una angustia considerable, discapacidad funcional o riesgo de conducta autolesiva. Esta nota descriptiva se centra en los trastornos mentales según se describen en la Undécima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11).

 

En 2021, casi una de cada siete personas (1100 millones de personas) a escala mundial tenía un trastorno mental, de los que los más habituales son la ansiedad y los trastornos depresivos (1). Aunque existen opciones eficaces de prevención y tratamiento, la mayoría de las personas con trastornos mentales no tienen acceso a una atención eficaz. Además, muchas son víctimas de estigmatización, discriminación y violaciones de los derechos humanos.

 

Trastornos de ansiedad

En 2021, 359 millones de personas sufrían un trastorno de ansiedad, entre ellas 72 millones de niños y adolescentes (1). Los trastornos de ansiedad se caracterizan por un miedo y una preocupación excesivos y por trastornos del comportamiento conexos. Los síntomas son lo suficientemente graves como para provocar angustia o discapacidad funcional importantes. Existen varios tipos diferentes: trastorno de ansiedad generalizada (caracterizado por una preocupación excesiva), trastorno de pánico (caracterizado por ataques de pánico), trastorno de ansiedad social (caracterizado por miedo y preocupación excesivos en situaciones sociales), trastorno de ansiedad de separación (caracterizado por miedo excesivo o ansiedad ante la separación de aquellos individuos con quienes la persona tiene un vínculo emocional profundo), etc. Existe un tratamiento psicológico eficaz y, dependiendo de la edad y la gravedad, también se puede considerar la medicación.

 

Depresión

En 2019, 280 millones de personas tenían depresión, entre ellos 23 millones de niños y adolescentes (1). [MA1] La depresión es distinta de las alteraciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. En un episodio depresivo, la persona experimenta un estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad, sensación de vacío) o una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas. Concurren varios otros síntomas, como dificultad de concentración, sentimiento de culpa excesiva o de autoestima baja, falta de esperanza en el futuro, pensamientos de muerte o de suicidio, alteraciones del sueño, cambios en el apetito o en el peso y sensación de cansancio acusado o de falta de energía. Las personas con depresión tienen un mayor riesgo de cometer suicidio. Sin embargo, existe un tratamiento psicológico eficaz y, dependiendo de la edad y la gravedad, también se puede considerar la medicación.

 

 

Trastorno bipolar

En 2021, 37 millones de personas tenían trastorno bipolar, entre ellas 3,8 millones de adolescentes entre 10 y 19 años de edad (1). Las personas con trastorno bipolar experimentan episodios depresivos alternados con periodos de síntomas maníacos. Durante el episodio depresivo, experimentan un estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad, sensación de vacío) o una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días. Los síntomas maníacos pueden incluir euforia o irritabilidad, mayor actividad o energía y otros síntomas, como aumento de la verborrea, pensamientos acelerados, mayor autoestima, menor necesidad de dormir, distracción y comportamiento impulsivo e imprudente. Las personas con trastorno bipolar tienen un mayor riesgo de cometer suicidio. Sin embargo, existen opciones terapéuticas eficaces, como psicoeducación, reducción del estrés y fortalecimiento del funcionamiento social, y medicación.

 

Trastorno de estrés postraumático

Este trastorno puede desarrollarse después de la exposición a un suceso o serie de sucesos extremadamente amenazantes u horribles. Se caracteriza por todo lo siguiente: 1) volver a experimentar el suceso o sucesos traumáticos en el presente (recuerdos intrusivos, escenas retrospectivas o pesadillas); 2) evitar pensamientos y recuerdos del suceso o sucesos, o evitar actividades, situaciones o personas que recuerden al suceso o sucesos; y 3) percepciones persistentes de una mayor amenaza actual. Estos síntomas duran al menos varias semanas y causan una discapacidad funcional importante. Existe un tratamiento psicológico eficaz.

 

Esquizofrenia

A escala mundial, la esquizofrenia afecta a unos 23 millones de personas, es decir, a una de cada 345 personas (1). Las personas con esquizofrenia tienen una esperanza de vida nueve años inferior a la de la población general (2). La esquizofrenia se caracteriza por una importante deficiencia en la percepción y por cambios de comportamiento. Los síntomas pueden incluir persistencia de ideas delirantes, alucinaciones, pensamiento desorganizado, comportamiento muy desorganizado o agitación extrema. Las personas con esquizofrenia pueden ver entorpecidas de forma persistente sus capacidades cognitivas. Sin embargo, existen diversas opciones terapéuticas eficaces, entre las que se cuentan la medicación, la psicoeducación, las intervenciones familiares y la rehabilitación psicosocial.

 

Trastornos del comportamiento alimentario

En 2021, 16 millones de personas tenían trastornos alimentarios, de los que casi 3,4 millones eran niños y adolescentes (1). Los trastornos del comportamiento alimentario, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, se caracterizan por alteraciones en la alimentación y preocupación por los alimentos, así como por una inquietud desmedida por el peso la forma corporales. Los síntomas o comportamientos dan lugar a un riesgo o daño considerables para la salud, una angustia notable o una discapacidad funcional importante. La anorexia nerviosa suele aparecer durante la adolescencia o a principios de la edad adulta y puede provocar una muerte prematura debido a complicaciones médicas o al suicidio. Las personas con bulimia nerviosa tienen un riesgo significativamente mayor de abuso de sustancias, suicidio y complicaciones de salud. Existen opciones de tratamiento eficaces, como el tratamiento de base familiar y la terapia cognitiva.

 

Trastornos de comportamiento disruptivo y disocial

En 2021, 41 millones de personas, incluidos niños y adolescentes, tenían un trastorno de comportamiento disocial (1). Este trastorno, también conocido como trastorno de conducta, es uno de los dos trastornos de comportamiento disruptivo y disocial, el otro es el trastorno desafiante y oposicionista. Los trastornos de comportamiento disruptivo y disocial se caracterizan por problemas de comportamiento persistentes, como comportamientos persistentemente desafiantes o desobedientes que violan de manera permanente los derechos básicos de los demás o las principales normas, reglas o leyes sociales apropiadas para la edad. Los trastornos disruptivos y disociales suelen aparecen durante la infancia, aunque no siempre es el caso. Existen tratamientos psicológicos eficaces, como la resolución de problemas cognitivos y/o la capacitación en habilidades sociales, en los que a menudo intervienen los progenitores, los cuidadores y los maestros.

 

Trastornos del neurodesarrollo

Los trastornos del neurodesarrollo son trastornos del comportamiento y cognitivos que surgen durante el desarrollo y que dan lugar a dificultades considerables en la adquisición y ejecución de funciones intelectuales, motoras o sociales específicas.

 

Los trastornos del neurodesarrollo incluyen trastornos del desarrollo intelectual, trastorno del espectro autista y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), entre otros. Este último se caracteriza por un patrón persistente de falta de atención o hiperactividad-impulsividad que tiene un impacto negativo directo en el funcionamiento académico, ocupacional o social. Los trastornos del desarrollo intelectual se caracterizan por limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y el comportamiento adaptativo, que se refiere a dificultades con las habilidades conceptuales, sociales y prácticas cotidianas en la vida diaria. El trastorno del espectro autista (TEA) constituye un grupo diverso de afecciones caracterizadas por cierto grado de dificultad con la comunicación social y la interacción social recíproca, así como patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos e inflexibles.

 

Existen opciones terapéuticas eficaces, que incluyen intervenciones psicosociales y del comportamiento, terapia ocupacional y logoterapia. Para determinados diagnósticos y grupos de edad, también se puede considerar la medicación.

 

Factores de riesgo

Existe un conjunto diverso de factores individuales, familiares, comunitarios y estructurales que, en conjunto, protegen o socavan la salud mental. Aunque la mayoría de las personas son resilientes, quienes están expuestos a circunstancias adversas –pobreza, violencia, discapacidad y desigualdad– corren un mayor riesgo. Entre los factores de protección y de riesgo se cuentan factores psicológicos y biológicos individuales, como las habilidades emocionales y la genética. Muchos de esos factores se ven influidos por cambios en la estructura o la actividad del cerebro.

 

Sistemas de salud y apoyo social

Los sistemas de salud aún no han respondido adecuadamente a las necesidades de las personas que padecen trastornos mentales y no cuentan con los recursos necesarios para ello. Hay una divergencia considerable en todo el mundo entre la necesidad de tratamiento y su prestación, que, cuando se da, suele ser de mala calidad. Por ejemplo, solo el 29 % de las personas con psicosis (3) y solo un tercio de las personas con depresión reciben atención de salud mental en un sistema formal (4).

 

Las personas con trastornos mentales también requieren apoyo social, en particular para establecer y mantener relaciones personales, familiares y sociales. También pueden necesitar apoyo en materia de programas educativos, empleo, vivienda y participación en otras actividades significativas.

 

Respuesta de la OMS

 

El Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030 de la OMS reconoce el papel esencial de la salud mental para lograr la salud para todas las personas. El Plan tiene cuatro objetivos principales:

  • reforzar un liderazgo y una gobernanza eficaces en el ámbito de la salud mental;
  • proporcionar servicios de asistencia social y de salud mental integrales, integrados y adaptables en entornos comunitarios;
  • poner en práctica estrategias de promoción y prevención en el campo de la salud mental; y
  • fortalecer los sistemas de información, los datos científicos y las investigaciones sobre la salud mental.

El Programa de Acción de la OMS para Superar las Brechas en Salud Mental (mhGAP) se apoya en orientaciones, instrumentos y métodos de capacitación basados en datos científicos para ampliar los servicios en los países, especialmente en entornos de escasos recursos. Se centra en un conjunto prioritario de afecciones y orienta de forma integrada el fortalecimiento de la capacidad hacia los proveedores de atención de la salud no especializados, con el fin de promover la salud mental en todos los niveles asistenciales. La Guía de intervención 2.0 del mhGAP de la OMS forma parte de este programa y proporciona orientación a personal médico y de enfermería y a otros trabajadores de la salud en entornos de atención no especializados sobre la evaluación y el tratamiento de los trastornos mentales.

 

 

Referencias

(1) 2021 Global Burden of Disease (GBD) [base de datos en línea]. Seattle: Institute for Health Metrics and Evaluation; 2024 (https://vizhub.healthdata.org/gbd-results/, consultado el 13 de agosto de 2025).

(2) Yung NCL, Wong CSM, Chan JKN, Chen EYH, Chang WC. Excess mortality and life-years lost in people with schizophrenia and other non-affective psychoses: an 11-year population-based cohort study. Schizophr Bull. 2021;47(2):474–84 (https://doi.org/10.1093/schbul/sbaa137).

(3) Mental health atlas 2020. Geneva: World Health Organization, 2021 (https://iris.who.int/handle/10665/345946). Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO.

(4) Moitra M, Santomauro D, Collins PY, Vos T, Whiteford H, Saxena S, et al. The global gap in treatment coverage for major depressive disorder in 84 countries from 2000–2019: a systematic review and Bayesian meta-regression analysis. PLoS Med. 2022;19(2):e1003901. doi:10.1371/journal.pmed.1003901.

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